El medio ambiente cumple una función elemental en el desarrollo económico y social de los pueblos, sobre todo en aquellos donde su crecimiento ha estado íntimamente ligado a ellos. Por tanto, hablar de desarrollo implica articular leyes, procesos y programas, de forma que se pueda garantizar la sostenibilidad de esos recursos naturales.
¿Cómo lograr el equilibrio? La respuesta llegó, quizás, de la mano de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), instrumento internacional que tiene el fin de medir y predecir los efectos que un proyecto o actividad tendrá sobre el medio ambiente, explica Jorge Troconis, arquitecto urbanista.
Y las consecuencias no solo afectan el entorno físico. Explica que el socioeconómico también puede verse alterado con la construcción de un proyecto en un determinado lugar.
Raisa Banfield, arquitecta ambientalista, añade que los EIA se rigen por ciertos parámetros, incluso internacionales, que determinan la viabilidad de un proyecto (niveles de afectación al medio físico y a los seres vivos a corto y largo plazo). Una vez determinados, agrega, se pueden establecer las medidas de mitigación.

