la mayoría cree que el mar es una fuente inagotable de vida. Pero eso es totalmente falso.
El fondo oceánico es como un enorme desierto salpicado de pequeños oasis de biodiversidad.
Estos importantes ecosistemas que sufren por la sedimentación, producto de la deforestación, son una suerte de viveros donde los peces juveniles encuentran protección.
Es que una vez llegada la madurez, grandes cardúmenes se dispersan por los mares aledaños beneficiando a la pesca comercial y artesanal. "Pescar sigue siendo una manera digna de ganarse la vida, pero hay que evitar la pesca desordenada y excesiva para asegurar el recurso para las futuras generaciones", dice George Hanily, de The Nature Conservancy en Panamá, una organización localizada en la Ciudad del Saber, dedicada a la preservación de plantas, animales y comunidades naturales que representan la diversidad de la vida y que necesitan sobrevivir.
La realidad es alarmante y la destrucción de la biodiversidad es tremenda.
La pesca industrial obliga a descartar el 90 % de las capturas además que sus redes de arrastre acaban con los corales y con todo tipo de vida, sin considerar su tamaño o especie.
Actúan al igual que enormes bulldozers (según el wordreference.com -un diccionario web de la RAE- es un tractor sobre orugas que tiene un enorme motor y una pala central para el desmonte y la nivelación de los terrenos) arrasando sin piedad el fondo oceánico.
Se suma el hecho comprobado de que muchas de estas embarcaciones no respetan las áreas de pesca artesanal ni las áreas protegidas marinas, que son zonas vedadas a la pesca industrial con el fin de garantizar el recurso para los pescadores de hoy y de mañana.
DATOS CLAVES
EL MAR NO ES UN RECURSO INAGOTABLE
REGLAS NECESARIAS - Para minimizar las devastaciones en los mares, The Nature Conservancy recomienda ordenar al sector pesquero, establecer reservas o zonas especiales de pesca y programas de protección en las zonas de desove.
ABUNDANCIA - Algunos oasis marinos que hay en Panamá son: los arrecifes coralinos y los manglares del Parque Nacional Coiba, el archipiélago de Bocas del Toro, Kuna Yala, el Escudo de Veraguas y los humedales de Damani.
DEVASTACIÓN - Las redes de los pescadores actúan como bulldozers (tractores sobre orugas que tienen un enorme motor y una pala central para el desmonte y la nivelación de los terrenos), arrasando sin piedad el fondo oceánico.
ECOSISTEMAS - Una vez llegada la madurez, los peces se dispersan en grandes cardúmenes por los mares, beneficiando la pesca comercial y artesanal, pero es dentro de los oasis marinos que se desarrollan.
