Uno decide quién quiere ser mañana. Esta frase ha regido la vida del cuentista y poeta Álvaro Menéndez Franco, quien en 1969 estuvo en una de las celdas del penal de Coiba donde fue torturado e intimidado. Ahora en 2005, pisa Argentina para recibir el premio Orfebre de la palabra, por su poemario La contienda del tiempo.
Menéndez, presidente de la Comisión de Educación y Cultura ante el Parlamento Centroamericano, es un hombre lleno de anécdotas, que han servido para hacer volar su imaginación. La contienda del tiempo tiene su historia en 1957, cuando tres entrañables amigos de la pluma deciden participar y ganan en el concurso Ricardo Miró, cuando aún premiaba a tres candidatos en cada género.
José Antonio Moncada Luna obtuvo el primer lugar, Arnoldo Díaz Wong ganó el segundo y Álvaro Menéndez Franco el tercero. Al morir sus dos compañeros se sintió solo y decidió escribir el poemario que hoy recibe un premio, texto que entre tantas palabras solo tiene un mensaje: "desde que nacemos tenemos una lucha contra el tiempo para ganar más tiempo, pero hagamos lo que hagamos, esta termina por ganarnos la partida".
Nació del SUFRIMIENTO
Los escritores siempre tienen una obra consentida, el de Menéndez es Los perros sedientos de Punta Lama, aquí detalla en 10 cuentos todo lo que sufrió en el penal de Coiba, tras ser sentenciado a dos años de cárcel por el delito de Amparo de Guerrilla, "algo que hasta el sol de hoy no encuentro en las leyes panameñas".
Experimentó qué era estar en la llamada "jaula de tigres", una caja de madera (parecida a un féretro) con barrotes de hierro donde metían a los detenidos por más de 24 horas. No podían moverse pero le daban una lata para que hicieran sus necesidades corporales; cuando los sacaban, con el cuerpo entumecido y cubiertos de heces, los mandaban a trabajar.
Su experiencia más traumática fue cuando dos guardias practicaron tiro al blanco con él, mientras corría por salvar su vida.
Su bendición fue la crecida del río San Juan; la corriente se llevaba a uno de los policías junto a su caballo, Menéndez se devolvió para salvarle la vida, "ya no había víctima y victimarios, solo tres hombres mojados y con tremendo susto". Aún no sabe "a ciencia cierta" si fue esto lo que lo ayudó a quedar libre cuando concedieron las rebajas de penas en 1970.
A sus 72 años ha escrito más de 30 libros, de ellos pretende seleccionar los mejores cuentos, poemas y ensayos para hacer una antologías que publicará en 2006.
