Hoy se cumple un mes de su primera aparición pública y el furor que desata Knut, el primer oso polar nacido en cautividad en más de 30 años en el zoo de Berlín, no ha mermado: a diario lo visitan unas 12 mil personas.
No pasa un día sin que la prensa alemana dé noticias sobre Knut, que de los 800 gramos al nacer ha pasado ya a pesar 15 kilos. Bebe leche, come fruta y carne.
Su nacimiento, el 5 de diciembre, fue de telenovela. La madre osa renegó de él y de su hermano, que murió poco después. Y Knut fue adoptado por un cuidador del zoo que le dio biberón y compartió un habitáculo con el animal. Al osito le están saliendo dos dientes y el dolor lo tiene algo inquieto. Pero esto es normal hasta que cumpla siete meses.
