Dos siglos y 26 años después del nacimiento del tango en Argentina (1880), la danza continúa incluso en un salón de baile panameño: la pista del Panamá Club, del Hotel El Panamá.
Cada miércoles, a partir de las 8:00 p.m. unos cuantos expertos que dominan el género o que son poseídos por este seducen a los aficionados que se acercan al recinto. Entre los reclutadores está Raúl Sejas, un argentino que se ha dedicado de los 19 años que tiene en Panamá 14 a la enseñanza del tango en el país, desde la Academia de Tango Argentino.
Él expresa que "este lugar (el Panamá Club) es el único, de carácter público, en donde se puede bailar tango".
Le dan crédito a las palabras de Sejas los bailarines de distintas academias del baile que se conocen en la pista.
En una época el ritmo argentino invadió varias emisoras nacionales (1890), según el libro Los 100 años de tango, de Leopoldo Barrionuevo. Estas sesiones son la prueba de que sigue vigente incluso fuera de la ciudad sudamericana que lo vio nacer, como una danza de dudosa reputación.
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