Hasta el tamaño de las vajillas ha cambiado. Los chefs ponen ahora la comida en los chargers (esos platos que antes solo se usaban de fondo). "Un plato más grande permite crear una composición más atractiva visualmente", dice Aristóloga.
La composición del plato ha ido variando. Aristóloga, quien reseña platos en La Prensa, pone el ejemplo de la guarnición. Antes se servía puré o arroz y punto. Ahora hay dos tendencias: o eliges tu propia guarnición o el chef crea una composición completa, donde por ejemplo, la pechuga de pato sale con puré de calabaza y la corvina con salsa de tamarindo sale con yuca al mojo.
Por su parte, el chef Willy Diggelmann, de 1985/ Rincón Suizo, El Pomodoro y Wine Bar, opina que cuando se sirve menos o en platos grandes, se puede realizar una mejor presentación.
"Es como un trend", añade Diggelmann: raciones chicas con muchos adornos.
Julio Durán, gerente de operaciones del restaurante Bennigan’s, piensa que las porciones grandes no son un asunto de clases sociales, sino de cultura. "El panameño se llena con los ojos", dice.
En Bennigan’s hacen pruebas para determinar con qué cantidad el cliente promedio queda satisfecho; a esa cantidad le agregan el 10-15%.
En Bennigan’s los clientes siempre piden más, dice Durán. Pero señala que el 30% de sus clientes pide el resto de su comida para llevar y otros dejan restos en el plato.
Pero como el panameño está acostumbrado a las porciones grandes, a los restaurantes no les queda otra opción que servir mucho, dice Diggelmann. Explica que aunque generalmente sus clientes se conforman con la ración que se les sirve, existe el peligro de que después comenten que el restaurante los dejó con hambre.
La nutricionista Fanny de Cardoze opina que se puede comer de todo pero en pocas cantidades. En las dietas, ella recomienda bajar poco a poco las cantidades para evitar que el paciente, que no está acostumbrado a comer poco, se llene de gases al hacer dietas muy estrictas.
Un combo, por ejemplo, tiene de mil 200 a mil 500 calorías. La nutricionista explica que una persona regular de 25 años en adelante debe comer de 500 a 600 calorías por comida, y una persona menor debe consumir 700 calorías por comida porque su gasto energético es mayor.
Sin embargo, también influye en el asunto la ocupación, la actividad y el sexo (los hombres comen más porque tienen más músculos y sus necesidades calóricas son mayores).
COMER MENOS
• LÍQUIDOS: Pedir agua. Así se ahorran mínimo 100 calorías.
• ENTRADA: Obviar el pan y pedir sopas. Llena y es ‘light’.
• PLATO: Evitar las salsas y las carnes condimentadas.
• GUARNICIÓN: Incluya un solo grupo de almidón.
• POSTRE: Compártalo.
• DATO: Coma despacio. Así evitará dolores y gases.
