Es probable que alguna vez haya conocido o se haya encontrado con una persona indecisa a tal grado, que incluso, esta le hace perder la paciencia a quienes la rodean.
La psicóloga Jenie Barb define a este tipo de personas como inseguras, generalmente dependientes, miedosas y desconfiadas, y asegura que estos problemas tienen su raíz en el seno familiar.
Estos individuos pueden tener dificultad para decidir hasta pequeños detalles de la vida cotidiana, como elegir qué ropa ponerse, o al tomar decisiones de vida, como escoger una carrera profesional, o a su pareja sentimental.
HERENCIA
La psicóloga Liseth González explica que esto es un reflejo de la inseguridad que tiene el individuo, debido a que en su hogar probablemente recibía este tipo de influencias, porque los padres no le permitieron tomar decisiones.
El profesor de psicología de la Universidad de Panamá David Fernández afirma que es una condición que se hereda de padres a hijos. Si los padres son inseguros o indecisos, el niño será igual, pues ellos le transmiten esos sentimientos, convirtiéndolo en una persona indecisa.
La sobreprotección también forma individuos indecisos, dice González. "Esto convierte al niño en un ser dependiente. Si no tiene a alguien que tome las decisiones por él, no sabrá elegir lo que quiere".
Agrega que muchas veces "esta necesidad de que otra persona tome la decisión por uno es creada, y además cómoda, porque si la decisión no fue acertada, se puede culpar al otro por eso".
Barb explica que las primeras elecciones se aprenden a tomar en la familia, y desde la infancia se toman decisiones que van aumentando en complejidad a lo largo de la vida.
"Es importante que los padres y madres permitan que sus hijos tomen decisiones desde muy pequeños, para que se conviertan en seres seguros de sí mismos".
González y Fernández coinciden en que se puede solucionar el problema de estas personas a través de ayuda profesional y así mejorar su calidad de vida.

