Desde los inicios hasta las propuestas actuales, algunas más comerciales, varias más comprometidas, otras que desaparecieron en acción, las que no muchos llegaron a conocer. Recuerdos y algo de nostalgia.
El Árbol del rock es una especie de acta de nacimiento, registro civil; una memoria de todos los próceres que guitarra, bolillos y micrófono en mano comenzaron a componer la melodía nacional alternativa y fueron —son— parte importante —y poco reconocida— de la historia cultural y musical de este país.
Por iniciativa de la agrupación de rock El papo vecino y con la mano de Mir Rodríguez entre medio, se creó la página de internet Árbol del rock, algo así como un archivo, enciclopedia o documento escrito por muchos de los que participaron y aún continúan en el campo de batalla: los escenarios.
El sitio, sin anuncios invasivos y sin fines de lucro, contiene a todas las agrupaciones que hubo, están y se construyen en Panamá.
La dirección es www.elpapovecino.com/arbol.
TODOS JUNTOS YA
Cada músico o banda puede adherirse, aportar con información, abrir su enlace, presentar a sus músicos e incluir archivos de audio y video siguiendo unas fáciles reglas en formato Wikka Wiki.
La idea es que todos esos esos relatos de vida, de música, no se pierdan, se conserven en la memoria virtual y se mantengan, colectivamente, para que los que vienen y los que no están en eso, entiendan a una generación que no se conformó, que fue más allá, lo intentó y sigue renovándose.
Pueden ingresar todos los rockeros que hicieron ruido en Panamá. Da lo mismo nacionalidad, subgénero o tendencia. Aunque la banda haya durado dos semanas en 1983 y hayan ido a verla cinco personas, su presencia en el Árbol del rock cuenta.
El trabajo es de todos y entre todos, se supone, debe ir floreciendo la iniciativa.
