No es que no le gustaran las versiones antiguas. Ana Torroja, regrabó, rediseñó y reinterpretó sus favoritas porque "cuando llevas cantando lo mismo durante 20 años o más, necesitas hacer las canciones de otra forma para seguir manteniéndolas vivas. En su momento eran maravillosas, pero hoy yo no sabría hacerlas así, entonces las he hecho como las siento hoy".
—¿Cuál fue el criterio para elegir las canciones del disco?
—Fueron las primeras que surgieron espontáneamente. La decisión se tomó entre la compañía de discos, mi mánager, Aleks Syntek, que fue el productor y yo. Coincidimos, sin habernos puesto de acuerdo, en el 90 %: algunas son de los primeros años y otras imprescindibles en la trayectoria de Mecano como Mujer contra mujer.
—¿Por qué elegiste a Aleks Syntek como productor?.
Aparte del talento, tiene una energía que genera en los temas una luz y vida especial. Además, tiene una imaginación increíble. Cada canción es un mundo diferente de sonidos y ambientes.
—¿Cómo decidieron ciertos arreglos y versiones?
—Cada canción nos inspiró de alguna forma. Lo que sí teníamos muy claro es que queríamos algo radicalmente diferente a lo que eran las canciones de Mecano. Si antes era electrónico, ahora haríamos algo más acústico. Además, aprovechamos los ritmos latinos. En el caso de Hijo de la luna, nos pareció que una ranchera era perfecta para la canción porque la letra es muy dramática.
—¿Qué les ha parecido el disco a Nacho y a José María?
—Hay canciones que les gustan más que otras obviamente, pero en general están muy contentos y yo con eso ya me doy por satisfecha.
—¿Por qué crees que Mecano no pasa de moda?
—No lo sé. A mí me sorprende. Es muy difícil que algo así ocurra y no sucede con muchos artistas. Quizá porque son canciones muy personales y auténticas. La forma de decir las cosas, sin tabúes ni tapujos. Es difícil saber el secreto".
