El relativo cuyo ha pasado a ser exclusivamente de uso culto. En muchos casos, su empleo, además de raro, es desconocido. La oración: "Ella ayuda al niño cuyos padres murieron" equi- vale a "Ella ayuda al niño" y "Los padres del niño murie- ron". Los sustantivos coloca- dos antes y después del relativo cuyo (niño-padres) guardan una relación de perte- nencia. Para verificar su correc- ción se lee de derecha a izquier- da el trío (con la sustitución de "cuyo" por "del" o "de la", según el género del antece- dente), así: los padres del niño. Si esta verificación no es posible, el enunciado tampoco.
Es admisible: "el árbol cuyas raíces" (las raíces del árbol, porque el árbol tiene raíces); pero no al revés. La falta de práctica en el uso de este relativo ha motivado que muchos hablantes sustituyan "cuyo" por la combinación "que su", inaceptable, desde luego.
Son frecuentes usos erróneos como: "Acusaron al hombre que su esposa es empresaria". Caso distinto, no relacionado con "cuyo" es el de la combi- nación: verbo + que su. Ejemplo: Quiero que su hijo...
La Academia recomienda: Evitar el uso de la combinación "que su" cuando es necesario emplear el relativo "cuyo".
