El legendario Pedrito Altamiranda volvió a poner el dedo sobre la llaga. Después de haber pasado los últimos dos años alejado de la palestra musical y dedicado a su oficio, la publicidad, el músico finalmente encontró un “detonante” para volver a lo que mejor sabe hacer: retratar fielmente la personalidad e idiosincrasia de la sociedad panameña.
En el último mes, tres de esos retratos salieron a la luz: Mala banda, Tres millones y Escultu(r)as. Sazonados con el tono cómico, la burla, el cinismo y el doble sentido que salpica Pedrito, los tres representan una fuerte crítica social.
‘ESCULTU(R)AS’
Sí, se escribe así para hacer énfasis en la parte trasera del cuerpo humano. Y a Pedrito eso le “tiene sin cuidado. Todo el mundo habla así, ¿o crees que no?”
El cantautor no encontró un título más apropiado para sintetizar la actitud “poco importa” y la falta de acción del Gobierno frente a la desaparición de las 42 piezas de los Juegos de antaño. “Se limpiaron el fundillo con nosotros. Eso no tiene nombre”, protesta el publicista. Hay otros escándalos de los que pudiera haber escrito, “pero esto es peor que todo... que la fibra de vidrio, los diplomas falsos, el regreso de Graciela Dixon a la Universidad... ”, asegura.
Por eso, y aprovechando la forma de las estatuas –de niños, palomas y juegos– para ser “cínico”, se sentó a escribir la secuencia de los hechos.
Lo hizo el 24 de septiembre mientras comía. En una hora el tema estaba listo. Pedrito escribe así: “cuando se le prende el foco”. Y rápido. Lo que sale salió.
El 26 y 27 grabó el tema en el estudio del arreglista Tille Valderrama, y el lunes lo sacó al aire. Con él grabaron los coros dos niñas de siete años: Ana Luisa González y Sofía Núñez. Con eso, cuenta, pretendía darle un toque de inocencia a un tema “venenoso”.
En el tema, luego de contar la historia de las esculturas –su adquisición, desaparición y posibles destinos–, sugiere que el responsable es un “ratón de casa”.
Pero ¿se resolverá o no pasará nada? Pedrito suelta la carcajada: “A lo mejor pa’ callarnos la boca en el próximo Carnaval sale del Parque Omar un carro alegórico con las estatuas, pa’ que todos cantemos la la la”.
CÍRCULO VICIOSO
Mala banda y Tres millones guardan una estrecha relación. El primero es, en palabras del artista, “un resumen del estado de descomposición del Gobierno”. Una lista de “culpas directas”: problemas que las autoridades no han solucionado por dos razones. Uno, porque “se hacen de la vista gorda”, y dos, porque “el panameño no cuestiona”.
Y ahí va el enlace: en Tres millones, el cantante critica a los “tres millones de pendejos” que, ciegos y sin cuestionar, regalan su voto a cambio de plata, promesas y sonrisas.
En la letra, Pedrito deja claro que es el pueblo, “por su falta de dignidad, porque se vende por lo que sea”, el culpable de que sigan gobernándonos las “malas bandas”. ¿Y cuál es el resultado? “Un estado de pendejismo”, dice serio.
Mala banda y Tres millones tenían meses listas, pero salieron al aire seis días antes de las elecciones primarias del Partido Revolucionario Democrático (el 7 de septiembre). Estaba “calculado”: Pedrito quería “crear consciencia, aun sabiendo que les iba a entrar por un oído y les iba a salir por el otro. Pero eso no me importa”.
Quizá no logró que los electores dejaran de ir a votar, pero de que atrajo su atención no hay duda. Los nuevos temas circulan en internet y suenan en las emisoras. Pero Pedrito no se ilusiona: “reaccionaron un poco porque los llamé pendejos… pero van a volver a votar por las mismas ratas”.
