Aunque no son los personajes principales del reality show, tienen la responsabilidad de hacer el enlace entre los concursantes, el jurado y el público. Se trata de Érika De La Vega y Monchi Balestra, los rostros del concurso Latin American Idol, quienes estuvieron en Panamá para las últimas audiciones del programa, que empieza a transmitirse en junio.
Tanto Érika como Monchi coincidieron en que este espacio les ha brindado la oportunidad de crecer profesionalmente. La venezolana dice que es "la ocasión que espera todo presentador de televisión para darse a conocer cada semana a todo el continente americano".
"Aunque añoro las cosas sencillas, el tiempo fuera me ha hecho valorar lo que uno tiene en su tierra", comenta.
En tanto, lo más impresionante para el argentino ha sido haber encontrado "un denominador común en toda América Latina: que cada uno de los aspirantes quiere expresar su talento y toda su garra artística de diversas formas".
Ambos comentaron que aunque una sola persona se lleva el gran premio, los otros nueve finalistas logran saltar el trampolín para salir del anonimato y ser conocidos en toda América.
