Un grupo de investigadores especializados en biotecnología han descubierto el primer compuesto ortomolecular extraído de la cresta de gallo, capaz de multiplicar por 10 la actividad de las células de las articulaciones que mejoran su movilidad y evitan su deformación.
La doctora Ingrid Möller, que ha dirigido los ensayos científicos, dejó claro que el producto es fruto de una investigación de 10 años.
El compuesto estimula a las células de la membrana sinovial para fabricar “un líquido sinovial correcto, con una viscosidad correcta y con una función adecuada”. Explicó que se sabía que las crestas de gallo eran ricas en mucopolisacáridos, lo que no se sabía era cómo obtener de ellas el compuesto.
