A finales del siglo XX se estimaba que más de 5 millones de personas sufrían de diabetes en Estados Unidos y no habían sido diagnosticados. Eso reseña la Enciclopedia Británica.
La Diabetes mellitus -nombre correcto de lo que se conoce coloquialmente como diabetes- es una enfermedad en la que, de acuerdo con la página web de la Clínica Mayo, se dan altos niveles de glucosa en la sangre debido a problemas en la producción de insulina. Se considera que es hereditaria “tanto por los genes como por los malos hábitos aprendidos en casa”, dice el endocrinólogo Adriano Delgado.
“Muchos de sus síntomas pueden pasar desapercibidos al confundirse con males momentáneos”, indica .
La diabetes, explica el médico general Vladimir Villareal, tiene cuatro síntomas básicos. El primero es la poliuria: aumento excesivo en la frecuencia con la cual se orina. El segundo es la polidipsia, un aumento anormal de la sed causado, en este caso, por los altos niveles de azúcar que el cuerpo desea estabilizar. El tercero es la polifagia, “un aumento igualmente anormal en la necesidad de comer, causada porque, a pesar de haber enormes cantidades de glucosa en la sangre, el cuerpo no ha podido transformarla en energía para suplir a las células”. Y el último, “a manera de ironía, es una seria pérdida de peso”, sostiene.
La página web de la fundación Diabetes Symptoms agrega a la lista de síntomas irritabilidad, altos niveles de fatiga, visión borrosa, cicatrización lenta, picazón, dolores de pierna e infecciones de hongos.

