¿Nota usted que su hijo no puede estar tranquilo, no acata indicaciones de nadie, y sobre todo, actúa antes de pensar? Estos podrían ser indicadores de que su hijo sufre un Desorden de Déficit de Atención (DDA).
Según la neuróloga pediatra Anais Tomás, aún se desconocen las causas exactas de esta anomalía, sin embargo, se ha detectado la falta de una sustancia química llamada neuro - transmisores en el cerebro de estos niños, que ayuda a controlar la conducta.
Apuntó Tomás que hay tres tipos de DDA: el desatento, el hiperactivo-impulsivo y el combinado.
"Una manera de regular dicho comportamiento es medicándolo, pero primero se trata de lograr buenos resultados por medio de los familiares y los maestros del pequeño", explicó la especialista.
Al padre se le advierte que no puede centrarse en las deficiencias del menor, más bien debe fomentar sus potencialidades y talentos.
Por otra parte, el educador debe establecer reglas y rutinas claras que ayuden al infante.
"Imponerle horas para desempeñar tareas específicas y enseñarle destrezas para estudiar o desempeñar un trabajo, basado en sus mayores deficiencias" agregó la neuróloga psiquiatra.
