No disponer de compañía puede ser necesario, voluntario y gozoso pero también uno de los gérmenes que generan problemas de salud. Las depresiones y trastornos no encuentran impulsos en la soledad.
Sin embargo y según unos estudios recientes, la soledad en la gente mayor de 50 años aumenta el riesgo de presión sanguínea alta. De este modo, un nuevo análisis hace hincapié en las ventajas para la salud de tener familiares y amigos.
Los científicos John Cacioppo y Louise Hawkley ya habían vaticinado las conclusiones que se extrajeron en la Universidad de Chicago.
La gente más sola experimenta una presión sanguínea hasta tres puntos más alta que las personas que estaban acompañadas.
Cacioppo descubrió en investigaciones previas que la soledad en personas jóvenes causa problemas en los vasos sanguíneos que pueden llevar a tener la tensión alta.
El año pasado, una investigación realizada por expertos de la Universidad de Harvard vinculó la soledad en los hombres con problemas asociados con dolencias cardíacas. Los participantes en el informe de la Universidad de Chicago recibieron un cuestionario con 20 preguntas en el que se les pidió que describiesen su grado de soledad o falta de ella.
Algo más de la mitad de los participantes se consideró moderadamente solo. El grupo solitario registró una mayor tensión sanguínea que el de los que se describieron como menos solos.
Los países industrializados, con su trepidante ritmo de vida, son los más proclives en sufrir esta situación.

