Como si la migraña no fuese lo suficientemente molestosa, un estudio estadounidense reveló que quienes las padecen son además más proclives a tener dolores de cabeza insoportables luego de beber en exceso.
Investigadores del Centro Jefferson generaron reiteradamente dolor de cabeza en ratas al inyectarles una mezcla inflamatoria en la membrana externa del cerebro.
Un grupo de roedores recibió dosis orales de alcohol equivalentes a una dosis de bebida alcohólica después de que se les indujera la jaqueca. A otra cohorte de ratas, cuyos cerebros no habían recibido la mezcla inflamatoria, también se le administró una dosis oral de alcohol similar. El estudio reveló que las ratas que recibieron la mezcla que provocaba dolor de cabeza y el alcohol sintieron inicialmente poco dolor. Pero entre cuatro y seis horas después, su sensibilidad al dolor aumentó, comparado con el otro grupo.
“Nuestros resultados sugieren que la deshidratación o las impurezas presentes en el alcohol no son responsables del dolor de cabeza por resaca”, señaló Michael Oshinsky, profesor asistente de neurología de la Thomas Jefferson University.