Este atractivo y poco conocido perro, originario de Tailandia, es una de las razas más antiguas y, a diferencia de otras, no ha sufrido grandes cambios con la historia. Tal vez debido a la posición geográfica en que se encontraban, no han tenido acceso a ser usado como parte de la formación de otros caninos, lo que los hace más singulares.
Como la mayoría de los cánidos de su tipo, han sido auxiliares del hombre en diversas tareas, pero la cacería y la guardia fueron sus primitivas ocupaciones. Al igual que el perro rhodesiano, tiene la particularidad de presentar en su espalda una visible línea a contrapelo, denominada ridge.
Esta característica, esencial para representar su raza y responder a su estándar, sigue siendo motivo de discusión en el medio cinológico, ya que al igual que otros rasgos de diferentes perros de raza para los parámetros de belleza en las muestras caninas, traen en su genética perjuicios a nivel de la salud del animal en algunos casos.
El thai es considerado un spitz asiático, y se ubica en el conjunto de los siberianos, alaskan, shiba, basenji y otros, en el grupo de perros spitz y primitivos. Es un animal de compañía y no necesita de extremos cuidados, aunque no es amante del frío ni el sedentarismo. Su altura es de, aproximadamente, 60 centímetros y sus colores son el sólido rojo, negro, azul o castaño claro. No es una raza fácil de conseguir, sobre todo en América, aunque encontramos ejemplares representativos. Con una especial estética y temperamento, el thai ridgeback es uno de los grandes perros no descubiertos aún en el ámbito popular.
