Entre los meses de junio y julio de este año se ha registrado un “aumento significativo” de casos de meningitis bacteriana y viral en el Hospital de Especialidades Pediátricas de la Caja de Seguro Social, aseguró el pediatra Alex Tapia.
La meningitis que es una inflamación de las membranas (meninges) que recubren el cerebro, usualmente se debe a una infección, la cual puede ser bacteriana, viral, fúngica o química.
Sus principales causas son por virus (enterovirus, virus herpes, virus del sida) y bacterias (neumococo, meningococo, coliformes, estreptococo agalactiae, listeria, bacilo tuberculoso y germen de la sífilis), explica el doctor Xavier Sáez-Llorens
En la meningitis de causa viral no hay generalmente terapia específica (salvo aciclovir para herpes) y la enfermedad es autolimitada de resolución espontánea y usualmente sin consecuencias futuras (secuelas).
Mientras que en la meningitis bacteriana se requiere de tratamiento oportuno con antibióticos para evitar desenlaces fatales o secuelas severas. Un porcentaje importante de estos últimos pacientes necesitan cuidado intensivo.
Sáez-Llorens precisa que del 80% al 95% de los niños afectados de meningitis bacteriana sobreviven y se curan. Del 15% al 30% de los supervivientes quedarán con algún tipo de secuela (retraso mental, trastornos de aprendizaje, sordera, convulsiones, pérdida de habilidades motoras e hidrocefalia).
Afortunadamente la meningitis viral “benigna” es de tres a cinco veces más frecuente que la meningitis bacteriana.
El pediatra Alex Tapia aclara que los síntomas generales en ambos casos son dolor de cabeza, vómitos, fiebre y malestar en general. Sin embargo, en la meningitis bacteriana el paciente se ve más comprometido. En tal caso acuda a las instalaciones de salud más cercana.

