Quien redacta debe tener en cuenta una serie de elementos lingüísticos como la ortografía y la sintaxis, y otros de carácter contextual, además del uso adecuado de las palabras, de acuerdo con su significado (plano semántico). No se trata de llenar un vacío o de arrimar una palabra a otra con la que, en apariencia, hace juego. Las palabras deben responder al uso, pero también a la norma, esto es, ser fiel al espíritu de la lengua. Consultan acerca de dos expresiones: “mezquindades partidarias” y “populoso cantante”.
No resulta conveniente emplear “partidarias” en esta expresión, porque el adjetivo en mención significa “Que sigue un partido o bando, o entra en él”. En cambio, es recomendable hablar de “mezquindades partidistas”, relativas al partidismo, es decir, mezquindades propias de los que practican el partidismo.
La expresión “populoso cantante” es desafortunada, porque quien la empleó confundió “populoso” (poblado, numeroso, referido a la cantidad de habitantes) con “popular” (Que es estimado o, al menos, conocido por el público en general). Muchas veces es la proximidad fonética u ortográfica la que causa estos cruces inadmisibles en el uso. Ello ocurre en el plano semántico con palabras como “genético” y “congénito”, cuya diferencias explicaremos la próxima semana.
