Chance y Ávatar han sido las últimas películas que ha visto el comunicador social Raúl Altamar, quien actualmente asiste en la dirección del documental El Último Soldado, del cineasta Luis Romero.
Ambas le gustaron por razones distintas. Chance porque es muy chistosa, bien hecha y porque muestra un lado de Panamá que no solemos ver en el cine, y Ávatar por los efectos y todo lo demás, afirma.
Sin embargo, dice que no considera a Ávatar el gran hito cinematográfico de la historia. “El elemento técnico de esta película es sólo el canal para que el mensaje de la historia llegue hasta el fondo (...) El guión, con diálogos de cómic pero con un concepto noble, es como si se recreara la conquista de los españoles a América… pero en el futuro y en otra galaxia”.
Por otra parte, Altamar agrega que hace poco vio Control, de Anton Corbjin, que cuenta la historia de Ian Curtis, el cantante de la banda Joy Division, que se suicidó en la víspera del éxito de su grupo en 1981.
El comunicador, que prefiere las historias de asesinos, cintas de horror y de ciencia ficción, confiesa que no se cansa de ver Ferris Bueller’s Day Off, con Mathew Broderick. “Es de mis favoritas y me marcó en la infancia. Es una comedia clásica ambientada en 1980”.
Dice que aún le falta ver qué tal está el filme 500 Days of Summer, “una comedia romántica pero que va más en la onda independiente, ligada a mucha música que me gusta y contada desde la perspectiva de un tipo idealista y romántico como yo”.
En cuanto a documentales, recomienda ver It Might Get Loud, Good Hair y Gonzo.

