Falta de aire, dolor en el pecho, fatiga crónica, mareos, tos seca, así como piernas y tobillos hinchados, son algunos de los síntomas de la hipertensión pulmonar, enumera Fabio Jaramillo, especialista en medicina interna y neumología.
El experto trae este tema a colación ya que hoy 5 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar.
Esta es una enfermedad caracterizada por un aumento de la presión de la arteria pulmonar que como consecuencia desencadena insuficiencia del ventrículo derecho (cavidad derecha del corazón), explica el especialista.
Jaramillo añade que el aumento de presión en la arteria pulmonar hace que las cavidades derechas del corazón no funcionen de forma adecuada y esto reduce la cantidad de oxígeno que puede llegar a los tejidos del cuerpo.
Resalta que esta enfermedad afecta a personas de todas las edades (incluso a niños) sin distinción de raza.
Asegura que es dos veces más común en mujeres y se presenta con mayor frecuencia entre los 40 y 60 años.
Este mal puede ser causado por algunas formas de enfermedades congénitas del corazón, enfermedades de las cavidades cardíacas, enfermedades de los pulmones y coágulos sanguíneos en el pulmón.
La clave, resalta el galeno, es recibir un diagnóstico temprano, que puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.
La Sociedad Latina de Hipertensión Pulmonar señala que con los avances actuales en las investigaciones, sumado a un tratamiento adecuado, los pacientes con hipertensión pulmonar ahora tienen la esperanza de vivir por largo tiempo.

