Gol... y enfado. A dos días del primer clásico de la semana contra el Barcelona, Gareth Bale evidenció este domingo ante el Levante su insatisfacción en el Real Madrid, donde estaba destinado a ser una de las estrellas y ocupa habitualmente el banquillo este curso.
El extremo galés salió el domingo en la segunda parte y marcó de penalti el tanto que daba la victoria a los blancos (2-1) contra el Levante, tres puntos de oro para seguir soñando con la Liga.
Pero, tras marcar apenas celebró el tanto, se quitó de encima a Lucas Vázquez cuando iba a abrazarlo y fue evitando a sus compañeros, aceptando como mucho dar la mano a varios de ellos.
Esto ha hecho Bale después de marcar gol... pic.twitter.com/NMmajYwwSU
"Que Gareth Bale está enfadado es una realidad palmaria", aseguraba este lunes el diario deportivo Marca.
"Está pletórico en el vestuario, porque marcó, aparte me encantó cómo entró al partido, y la rabia con que jugó los minutos que le tocó jugar", le defendió tras el partido su técnico Santiago Solari.
El miércoles el Real Madrid recibirá al Barcelona en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey (1-1 en la ida), antes de volver a jugar en el Bernabéu en Liga contra los azulgranas el sábado, casi la última oportunidad blanca de pelear el título a su gran rival.
"En el club hay quien piensa que cuanto más enfadado está el galés... mejor rinde", afirma Marca, una aseveración que los hinchas "merengues" esperan que se cumpla.
