El técnico Hernán El Bolillo Gómez hizo un diagnóstico de lo que fue estar al frente de la selección panameña de fútbol en este 2014. Desde su llegada han pasado ocho meses y 10 partidos.
Dice que ha encontrado una afición comprometida, repite que su meta y obsesión es ir al Mundial de Rusia 2018, pero se rehúsa a hablar de las debilidades de la “Sele”, ya que para él “la ropa sucia se lava en casa”.
En una entrevista con La Prensa el técnico colombiano aclara que no le gusta hablar con nombres propios al ser consultado sobre qué seleccionados veteranos consideraría que no llegan a Rusia 2018, sí adelanta un nombre para contribuir con la causa periodística como diciendo te lanzo este bocadillo y di que te fue bien. El nombre que da es el del arquero Jaime Penedo, de quien alaba su profesionalismo y señala que es de esos jugadores que podría jugar hasta los 40 años y que sin duda sería uno de los que llega hasta Rusia.
Bolillo reitera que es un hombre positivo y que no le gusta hablar de lo malo.
Bolillo Gómez
Técnico de Panamá
Al preguntarle sobre con qué nota del 1 al 10 calificaría este 2014 al frente del seleccionado panameña, su primera reacción fue de un rápido movimiento de un lado para el otro de la cabeza en señal de claro rechazo, aduciendo que no es partidario de las calificaciones en el fútbol. No obstante, sí identifica a un sector como el adecuado para saber si está haciendo las cosas bien o no. El público.
Por otra parte, ante la pregunta de cómo piensa afrontar la Copa Oro 2015 teniendo en cuenta que solo meses después podrían arrancar las eliminatorias, utiliza una frase que lo explica todo.
“Si a mí me dicen no vas a ganar la Copa Oro, no vas a ir a la Copa América Centenario, pero vas a ir al Mundial, venga que yo le firmo”.Esta ya clásica oración que viene repitiendo desde que fue presentado como técnico nacional en febrero demuestra claramente que su meta es el Mundial y que todo lo demás, como el próximo torneo oficial, la Copa Oro en julio de 2015, queda en segundo lugar.
¿PROBLEMAS DE CAMERINO?
Otro tema que ha sido como una nube negra en está primera etapa con la “Sele” han sido los aparentes choques en el camerino, donde el caso Amílcar Henríquez y su misteriosa salida en pleno torneo de la Copa Centroamericana al aducir que “no se sentía cómodo”, aparece como una situación inconclusa, con más preguntas que respuestas.
“Amílcar dijo que no estaba cómodo, que se quería venir y yo le dije que se fuera tranquilo, que descansara y jugara, ya que en cualquier momento podría venir. Lo otro ya son comentarios que a mí se me salen de la mano y usted sabe que en el fútbol hay un montón de comentarios que a la hora de la verdad no son”.
Así mismo, reitera que Amílcar podría ser llamado nuevamente a la selección nacional, y pone el ejemplo de otro colonense que también tendría las puertas abiertas en Nelson El Ruso Barahona, quien en estos momentos se encuentra entrenando con la Sub-23 para no perder el ritmo.
Barahona, un jugador fijo en el inicio del pasado proceso con Julio Dely pero que al final no fue llamado, tampoco ha sido tomado en cuenta por El Bolillo desde que casualmente tuvo un choque en un entrenamiento en el mes de junio con el ahora lesionado Baloy al irle fuerte abajo en el Rommel.
Se habló mucho de un posible problema que viene arrastrándose desde la era Julio Dely entre los llamados pesos pesados del equipo en Baloy, Gavilán y Blas Pérez con los llamados del frente Colón en Amílcar, Barahona y Alberto Cooper. No obstante, El Bolillo vuelve a aclarar que en su equipo no hay problemas y que por el contrario, “impera la hermandad”.
“Ustedes están preocupados por unas cosas que suceden en todos los equipos y selecciones del mundo. Son roces. Vaya a cualquier entrenamiento en cualquier parte del mundo y te vas a encontrar con insultos, problemas, calenturas, pero el fútbol es así. Lógico que ahí chocaron, pero no sé si hay corrientes. Yo veo un equipo solidario y eso se ve en la cancha”, aclara.
ÚLTIMO DIAGNÓSTICO
Para cerrar la charla aborda la situación de los goles en los últimos minutos y el pedido de un sicólogo por gran parte de la fanaticada y un amplio sector de la prensa como algo que no habría que darle tanta importancia.
“Mira, no creo que se acabe lo de los últimos minutos que nos hagan gol, tampoco creo que se acabe que podamos ganar en los últimos minutos y tampoco que en los últimos minutos podamos sacar los resultados”.
Esta reflexión tipo lo he visto todo en el fútbol describe su total negación de que exista un problema con los últimos minutos, pese a los innumerables ejemplos a lo largo de nuestra historia.
Al final, el acercamiento concluye con un breve diagnóstico de cada selección, pasando de la Sub-17 hasta la mayor, destacando que son todos equipos con la misma idea y filosofía de juego.
“La Sub-17 de (Juan Carlos) Cubillas es un equipo que me parece que tiene de todo: las alternativas, variantes, orden y también tiene resultado.La Sub-20 tiene el estilo de posesión de balón, de poner la bola en el piso. Y la mayor es un equipo que tiene una base, que son jugadores que están afuera del país, que piensan distinto, que se han ido profesionalizando, que han tenido buenas y también malas y que se han entregado a nuestro trabajo”.Tres diagnósticos para concluir con un mensaje final: “sin duda hemos adelantado más de lo que yo pensaba en estos ocho meses”.
