LONDRES, Inglaterra. EFE.- El tenista español Rafael Nadal afronta a partir del domingo la Copa de Maestros en la recta final de una temporada que calificó hoy de "muy buena", pero que le ha supuesto un gran desgaste, motivo por lo que se alejó de las pistas durante unos días antes de presentarse en Londres.
"Sentí que necesitaba parar de entrenarme un poco, recuperarme física y mentalmente, y eso hice. La temporada ha sido muy larga", señaló hoy el número dos del ránking de la ATP en una conferencia de prensa previa al primer partido del Masters, que le enfrentará el domingo con el estadounidense Mardy Fish.
El torneo sobre pista dura que cada año reúne a los ocho mejores tenistas del mundo es la penúltima gran cita de 2011 para el español, de 25 años, que también estará en la final de la Copa Davis que enfrentará en diciembre a España y Argentina en Sevilla, para poner fin a una temporada que le ha resultado muy "larga".
"Este es el séptimo año que estoy entre los primeros del mundo, sin bajar casi en ningún momento, y ya son años para estar con la cabeza al cien por cien todo el tiempo. Esto lleva un desgaste mental, sobre todo con lo larga que es la temporada", dijo Nadal.
El español ha disputado este año tres finales de Grand Slam, de las cuales ganó en Roland Garros y perdió las otras dos, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, ambas contra el serbio Novak Djokovic, que le arrebató el número uno del mundo en la hierba de Londres.
"No ha sido el año perfecto, pero sí muy bueno. No hay que dramatizar. Soy el número dos y la temporada ha ido muy bien, aunque quizás, en algunos momentos, me ha faltado un poco. Puede ser el cansancio mental", afirmó Nadal.
Para liberarse del cansancio, el tenista pasó dos días junto a su familia en el parque de atracciones parisino de Eurodisney para volver a sentirse "descansado" y afrontar con la máxima "ilusión" una de las pocas competiciones que aún no figura en su palmarés.
El pasado año, Nadal cayó en la final del Masters contra el suizo Roger Federer, la ocasión en la que más cerca ha estado de hacerse con un torneo que se juega en superficie dura y pista
cubierta, unas condiciones "algo menos favorables" para el tenista mallorquín que para sus rivales.
El rival a batir este año es el serbio Djokovic, número uno del mundo, que esta temporada "ha dado la sensación de ser imbatible", admitió Nadal.

