BUENOS AIRES, Argentina (DPA).- Carlos Tevez expresó su dolor porque la selección argentina de fútbol no ganara la Copa América como local y confesó que por eso se deprimió tanto que subió seis kilos (13.2 libras) de peso.
"Cuando erré el penal, se me vino el mundo abajo. Después de la eliminación me puse depresivo, llegué a subir seis kilos. No soy lo que dicen que soy. Jugar en la selección argentina hoy te quita prestigio", manifestó el delantero de Manchester City, que habló por primera vez tras la derrota por penales ante Uruguay en los cuartos de final de la Copa América.
Luego de la temprana eliminación en la Copa América, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) rescindió el contrato al técnico Sergio "Checho" Batista, que estuvo menos de un año en el cargo.
"Llegaron a decir que erré el penal para que se vaya Batista", dijo Tevez, que contó que sintió una gran tristeza por "no darle la alegría a la gente".
"No puede ser que se llegue a este nivel de maltrato. Yo no presto atención a todo lo que se dice, pero tengo familia que escucha que soy una mierda y un 'vende humo', y ellos sufren mucho", se lamentó.
Además salió en defensa de la estrella, Lionel Messi. "Si Argentina juega mal, es culpa de Messi. Si sigue jugando mal, es culpa de los que rodean a Messi. O sea que es todo culpa de él. Es el mejor del mundo. Imaginate su cabeza.
El tipo se levanta de la cama y gana campeonatos con el Barcelona", dijo. Tevez le restó importancia a su ausencia en la primera convocatoria de Alejandro Sabella, el nuevo seleccionador de la "albiceleste", que hoy venció 1-0 a Venezuela en Calcuta, India.
"Si yo no juego está (Gonzalo) Higuaín, si no está el 'Kun' (Sergio) Agüero o Messi. Tampoco hay que ponerle tanta presión al DT porque juegue uno u otro. Si Higuaín está fino, tiene que jugar él. No tiene que ser tanto quilombo (lío). ¿Cómo no te vas a bancar si no te toca jugar? Acá estamos hablando de ídolos, no te podes rebelar con el DT", dijo.
A su vez aseguró que en el Manchester City se siente bien, pese a que en los últimos meses había dicho que se quería ir del club. "Tuvimos encontronazos con (el entrenador) Mancini en todos los idiomas, pero es una relación de amor y odio.
Es un fenómeno, él quiere ganar y yo también. Me dijo que viaje a Buenos Aires y disfrute de vacaciones. Me dejó estas primeras fechas porque le dije que necesitaba ponerme a punto. Estoy feliz en el City y no me muevo de ahí", afirmó.
