PARÍS, Francia. (EFE).- Francia afronta mañana su último ensayo antes del inicio de la Eurocopa de Ucrania y Polonia, un amistoso ante Estonia que llega a menos de una semana de su debut ante Inglaterra y cinco días después del ilusionante primer tiempo ante Serbia.
Los de Laurent Blanc deberán confirmar que el encuentro del pasado jueves no fue un espejismo y que el fútbol que el seleccionador promete, de control y juego ofensivo, mostrado en los primeros 45 minutos ante los serbios, podrá mantenerse como seña de identidad del equipo.
A medida que se acerca la competición real, Francia espera mejorar su prestación para poder estar entre el grupo de favoritos para la victoria final, en el que el fútbol desarrollado en los últimos años no le permite la entrada.
La clave del encuentro contra Serbia fue Frank Ribéry, que se convirtió en el alma del equipo, como había hecho en el primer amistoso de preparación contra Islandia.
El jugador del Bayern de Múnich va camino de convertirse en el líder de la formación "bleu", más aun por el hecho de que el designado para el puesto, el atacante del Real Madrid Karim Benzema, por el momento no ha aparecido demasiado.
