Panamá volvió a dejar escapar puntos y lo hizo en un partido que, en el papel, debía ganar. El empate 1-1 ante Guatemala en el Rommel Fernández expuso viejos problemas que amenazan con convertirse en un lastre para las aspiraciones mundialistas de La Roja.
Uno de los temas más polémicos es la insistencia de Thomas Christiansen en mantener a Aníbal Godoy como titular. Nadie pone en duda su jerarquía, experiencia y el peso de haber sido mundialista.
Con más de 100 partidos internacionales, Godoy sigue teniendo valor en el grupo, pero su rol parece más indicado para manejar los últimos minutos y cerrar encuentros, no para cargar con la intensidad que exige un arranque de eliminatoria.
Es que las estadísticas del Capi no son malas, algo que se podría aprovechar como trabajo especializado para determinado momento del partido. Esto queda en evidencia en las estadísticas en el partido contra los guatemaltecos, en el que tuvo un 92% (35/38) de pases precisos, ganó un duelo aéreo y uno terrestre.
A pesar de su experiencia, la actualidad de Godoy refleja salidas y el traslado del balón más pausados, lo que hace que el ataque de Panamá sea bastante predecible y pierda eficacia en los contragolpes.
En su lugar, como titular, podría establecerse Carlos Harvey reclama con fútbol y carácter ese espacio. El volante de 25 años mostró personalidad, aportó recuperación, salida y, además, fue el autor del gol del empate. Cada vez se consolida más como un jugador de presente y no solo de futuro.
En esa posición también está Edward Cedeño, quien juega en la segunda división de España con Las Palmas.
¿Dónde estaba César Yanis?
A la mala lectura inicial de Christiansen se sumó una decisión que deja dudas: apostar por Everardo Rose en un partido tan cerrado. En la banca había un César Yanis que, con su movilidad y desequilibrio, parecía mejor recurso para abrir a una Guatemala atrincherada.
Yanis es un jugador comprobado, que ha estado en todo el proceso de Christiansen, desde Liga de Naciones, Copa Oro, Copa América y eliminatorias mundialistas. Incluso, no se puede olvidar el golazo que le ante Bolivia el año pasado.
Falta de gol
El otro gran problema es la falta de contundencia. Ocasiones claras de Ismael Díaz, José Fajardo, Tomás Rodríguez y el propio Harvey no fueron capitalizadas. Panamá perdió ese instinto goleador que mostró en la Copa Oro, y sin gol no hay clasificación.
Esto queda en evidencia con los 18 tiros y con una sola oportunidad clara. Algo similar ocurrió contra Surinam en el que hicieron 15. En ambos encuentros dominaron en posesión (56% y 72%).
Hoy, el panorama es crítico: dos puntos de seis posibles, una efectividad que no alcanza y una Roja que, más que ilusionar, preocupa. Christiansen debe reaccionar. La eliminatoria no perdona.
Panamá es tercero en el grupo A, que es liderado por Surinam con cuatro puntos, mientras que El Salvador es segundo con tres. Guatemala es último con una unidad.


