El fantasma de los motores escondidos en las bicicletas se convirtió en realidad este domingo: El primer caso de fraude tecnológico en el ciclismo se descubrió en el Mundial de ciclo-cross, después de años de especulaciones jamás contrastadas.
"Pensamos claramente que hubo fraude tecnológico, había un motor escondido", declaró este domingo el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) Brian Cookson en rueda de prensa.
Un día antes la UCI había iniciado una investigación de la bicicleta de la belga Femke Van den Driessche, participante en la prueba junior del Mundial de ciclo-cross. Favorita para el triunfo, se había visto obligada a retirarse mediada la carrera por problemas mecánicos.
Según las primeras informaciones el dispositivo eléctrico estaría ubicado en la caja del pedalier, en la parte baja del cuadro de la bicicleta."Lo que hemos descubierto es un señal clara.
A menudo hemos bromeado hablando de este dopaje mecánico, pero ahora sabemos que los corredores utilizan estos métodos y donde los utilizan", añadió Cookson, que no ofreció detalles sobre el motor descubierto. Por dopaje mecánico se entiende una ayuda ilícita en el rendimiento a través de un pequeño motor eléctrico escondido en la bicicleta.
La protagonista de esta historia, la junior Van den Driessche, reaccionó con asombro este domingo.
"Esa no era mi bicicleta! Era la de un amigo, idéntica a la mía, pero terminó en mis manos después de una intervención de un mecánico", explicó Van den Driessche, entre lágrimas, en una entrevista con la televisión Sporza.
"Es la bicicelta de un amigo, que me la había comprado el año pasado. Es exactamente la misma que mi bicicleta actual. Este amigo fue a reconocer el recorrido el sábado antes de dejar la bicicleta en el camión. Un mecánico, pensando que se trataba de la mía, la ha limpiado y me la ha preparado para la carrera", explicó.
Golpeado durante años por el dopaje fisiológico, las sospechas de trampas en el ciclismo a través de la mecánica han sido crecientes desde 2010, tras las demostraciones del suizo Fabian Cancellara en la Vuelta a Flandres y en la París-Roubaix.
