Los Golden State Warriors de Stephen Curry sufrieron este viernes su décima derrota seguida fuera de casa al caer frente a los Hawks en Atlanta (127-119).
Vigente campeón de la NBA, Golden State no gana lejos de San Francisco desde el pasado 30 de enero cuando derrotó a los Oklahoma City Thunder (120-128).
Los Warriors tienen un balance de 36-35 en la lucha por entrar en los últimos puestos directos al playoff, pero resulta muy sorprendente la gran diferencia de su rendimiento en casa y fuera.
Así, el equipo dirigido por Steve Kerr presenta un fantástico 29-7 en los partidos que ha jugado en su estadio Chase Center pero a domicilio tiene un penoso balance de 7-28.
Sin Draymond Green por su decimosexta falta técnica y todavía sin Andrew Wiggins, de baja prolongada por motivos personales, los Warriors se dejaron guiar en Atlanta por un Curry que consiguió 31 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias.
En el partido anterior de los Warriors, los de San Francisco cayeron en Los Ángeles contra los Clippers pese a que el genial base metió 50 puntos.
Contra los Hawks, Golden State empezó bien hasta conseguir un +12 en el primer cuarto, se vino abajo hasta ir con -14 en el tercer periodo y peleó hasta el final la remontada sin llegar a culminarla.
Especialmente doloroso para los seguidores de los Warriors fue el desenlace ya que Klay Thompson y Donte DiVincenzo fallaron dos triples con menos de dos minutos para el final y con su equipo solo un punto abajo.
Ya en el último minuto, Curry falló un triple con su equipo en -2 y además perdió un balón clave que Trae Young aprovechó para sentenciar el triunfo local.
Young sumó 25 puntos, 6 rebotes y 12 asistencias en los Hawks.
Los próximos tres encuentros de los Warriors también serán fuera de casa frente a los Memphis Grizzlies, los Houston Rockets y los Dallas Mavericks.