LISBOA, Portugal. (EFE).- El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, avanzó hoy la apertura de nuevos procesos legales por las irregularidades detectadas en la gestión del Banco Espírito Santo (BES), que derivaron en la intervención de la entidad.
Costa fue el encargado de inaugurar la comisión parlamentaria que investiga este escándalo, que arrancó hoy en medio de una gran expectación mediática y que tiene previsto a lo largo de los próximos cuatro meses llamar a más de un centenar de personas para esclarecer lo ocurrido.
"Se espera que a muy corto plazo se inicien nuevos procesos judiciales por infracciones legales, sobre todo por el incumplimiento de medidas ordenadas por el Banco de Portugal", aseguró Costa.
El máximo responsable del supervisor bancario luso reveló que las conclusiones de la auditoría forense que está realizando Deloitte sobre el BES serán enviadas al Ministerio Público para que "puedan ser depuradas eventuales responsabilidades en el plano criminal".
Costa se excusó por no poder facilitar todos los detalles para no perjudicar la investigación, pero sí anticipó que la documentación recogida apunta a "graves irregularidades y prácticas ilícitas" cometidas por "el BES o por miembros de sus órganos sociales".
La entidad era el banco privado más importante del país hasta su caída, a principios de agosto, cuando el regulador decidió intervenirlo tras presentar pérdidas por 3 mil 600 millones de euros, muy por encima de lo esperado.
El BES formaba parte del imperio familiar de los Espírito Santo, un conglomerado con múltiples intereses en diferentes sectores que afrontaba problemas financieros que acabaron afectando también a la entidad.
De hecho, el supervisor luso acusa a sus gestores de utilizar el banco para financiar al resto del grupo e intentar salvarlo de una caída inminente, incumpliendo con sus instrucciones para evitar el contagio e impedir poner en riesgo el sistema financiero.
La solución del Banco de Portugal implicó la división del BES en dos partes: una con sus activos tóxicos que mantiene el mismo nombre -donde las futuras pérdidas serán asumidas por sus accionistas- y otra con sus activos saludables que dio lugar a la creación del Novo Banco.
Este último fue creado a través del Fondo de Resolución, constituido por todos los actores del sector financiero luso con un capital de 4 mil 900 millones de euros, 3 mil 900 (6 mil 12 dólares) de éstos procedentes de un crédito concedido por el Estado a devolver en menos de dos años, con los ingresos generados por su previsible venta.
El gobernador del Banco de Portugal defendió la actuación de la entidad que dirige durante su intervención inicial -que se prolongó más de 45 minutos- pese a las numerosas voces que en el país critican su labor en este caso, y subrayó que ya ha instaurado "diversos procesos de sanción".

