La nueva plataforma para hacer trámites con la Dirección General de Ingresos se estrenó hace un mes con el objetivo de mejorar la relación entre la administración y el contribuyente. No obstante, errores en el nuevo sistema están perjudicando a algunos contribuyentes, que no han podido sacar el paz y salvo.
ERRORES EN NUEVO SISTEMA AFECTAN A CONTRIBUYENTES
Pasado un mes desde la entrada en funcionamiento del e-Tax 2.0, la nueva plataforma para hacer trámites en la Dirección General de Ingresos (DGI), los contribuyentes están padeciendo algunos inconvenientes producto de la migración de sistemas.
En la nueva plataforma, algunos contribuyentes que están exentos de pagar el impuesto sobre la transferencia de bienes corporales muebles y la prestación de servicios (Itbms) aparecen como pendientes de pago y por lo tanto el sistema no les concede el paz y salvo.
En otros casos se ha reportado que contribuyentes que tenían sus cuentas al día aparecen con saldos pendientes y, en consecuencia, tampoco reciben un paz y salvo, documento necesario para realizar otros trámites.
Cuando se da una situación como esta en las cuentas, los contribuyentes tienen que dirigirse a las instalaciones de la DGI, provocando una saturación en la atención y perdiendo tiempo en la gestión de sus propios negocios. “Los contribuyentes debían estar preocupados de vender y cobrar sus cuentas, no de estos problemas”, comentó Rubén Bustamante, socio de tributación de la firma BDO.
Además, el nuevo sistema solo permite la presentación de la declaración de la renta de manera digital a través de internet, ya no se puede hacer de manera física, haciendo más difícil la gestión para los pequeños empresarios que no tienen acceso a la tecnología, ya sea en la ciudad o en el interior. “La DGI va a tener que considerar una opción de contingencia. ¿Qué pasa si un pueblo del país se queda sin internet tres o cuatro días en las fechas finales?”, planteó Bustamante.
Por su parte, el consultor fiscal Osvaldo Lau previó que las dificultades con el nuevo sistema se prolongarán durante los próximos meses y sugirió poner más facilidades en las administraciones regionales, donde el acceso a internet de los contribuyentes es más limitado.
Lau dijo que el “e-Tax 2.0 es una plataforma inteligente e interesante que debe rendir sus frutos en el futuro, pero hoy por hoy hay cosas por corregir”.
El sistema entró en funcionamiento el pasado 25 de julio, reemplazando al e-Tax, que había servido durante 16 años. El proyecto tuvo un costo de $7 millones y fue contratado por la pasada administración.
Los especialistas cuestionan los tiempos de implementación de la nueva plataforma. Bustamante dijo que en un primer momento los dos sistemas debían haber funcionado en paralelo para depurar las deficiencias en el e-Tax 2.0, algo que no sucedió.
Con el nuevo sistema los usuarios no tienen que descargar formularios ni programas. Todos los trámites se hacen en línea, aunque el funcionamiento de la plataforma no es óptimo con todos los navegadores.
El pago de impuestos por internet no ha sufrido variación alguna: se sigue haciendo a través de los bancos autorizados, no del e-Tax 2.0.
El proyecto pretende mejorar la relación entre el contribuyente y la autoridad tributaria. Además, la DGI recibe una herramienta para mejorar la fiscalización.
Hasta el momento, los mayores perjudicados podrían ser los pequeños contribuyentes. Según Bustamante, “los grandes clientes corporativos pueden tener algún problema, pero mayores dificultades van a tener las microempresas, que no cuentan con asesores ni muchos recursos para resolver estas situaciones”.
La Prensa consultó ayer a la DGI sobre las dificultades que ha presentado la plataforma, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.

