El centro bancario internacional cerró 2019 con activos por $124,980 millones, lo que representa un aumento de 2.9% en comparación con el ejercicio 2018.
Por su parte, la utilidad neta de los bancos de la plaza sumó $1,850 millones, una cifra ligeramente superior a los $1,835 millones de beneficios obtenidos en el año anterior.
El superintendente de Bancos de Panamá, Amauri Castillo, dijo que los resultados son cónsonos con el entorno global y nacional, donde hay unos sectores con mayor dinamismo que otros.
Para 2020, se espera que se mantenga un nivel de crecimiento moderado, similar al de este año, y a expensas del impacto que pueda generar en el crecimiento mundial y local la crisis del coronavirus. Para 2021 el regulador augura un mayor dinamismo.
Consultado sobre el efecto local de la bajada de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, Castillo dijo que “si el costo [de captación de fondos] es menor producto de una bajada de interés, se beneficiarán los bancos, lo que se tiene que traducir en la tasa de los préstamos y de los depósitos”.
Uno de los focos del Gobierno y del sistema financiero, en su conjunto, es revertir la imagen de Panamá como paraíso fiscal.
Para ello, se considera prioritario salir de las distintas listas discriminatorias, entre las que destaca la lista gris del Grupo de Acción Financiera (GAFI).
Castillo dijo que se está siguiendo el plan de acción pactado con el organismo, que se requieren algunos ajustes en la legislación y que, según el calendario de reuniones del GAFI, la salida de la lista gris se podría producir en alguna de las plenarias de 2021.
Para eso, no obstante, el país debe haber demostrado con antelación la existencia de un marco de prevención robusto y efectivo.