En la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá se cultivan alrededor de 4,500 hectáreas de café, actividad que no solo protege los recursos hídricos estratégicos para el funcionamiento de la vía interoceánica, sino que también se ha convertido en un motor de desarrollo para las comunidades.
Con este contexto, se llevó a cabo el acto inaugural de la Zafra del Café 2025 en la sede de la Unión Campesina Capireña, ubicada en Ciricito Arriba, distrito de Capira. La ceremonia reunió a líderes comunitarios, representantes gubernamentales y asociaciones de productores, quienes destacaron los logros alcanzados en el desarrollo sostenible de la caficultura en la región, informó la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).

“La producción de café en esta región no solo protege los recursos hídricos esenciales para el Canal, sino que también transforma la vida de cientos de familias ofreciéndoles una fuente de ingresos sostenible y oportunidades de desarrollo”, señaló la ingeniera Ilya Espino de Marotta, subadministradora del Canal de Panamá.
El cultivo del café en la cuenca alcanzó en 2022 una producción de 14,000 quintales, generando más de un millón de dólares en ingresos para los caficultores. Estos resultados se enmarcan en el Programa de Incentivos Económicos Ambientales liderado por el Canal desde 2009, que ha fomentado alianzas entre el Canal de Panamá, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) y asociaciones locales.
Espino de Marotta destacó que esta sinergia ha sido clave para consolidar el cultivo del café en la cuenca. “Creemos firmemente en el potencial de esta región para ser reconocida nacional e internacionalmente como un eje cafetalero clave, demostrando que el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental pueden ir de la mano”, añadió.

El evento también fue una oportunidad para que los productores locales presentaran sus marcas de café, una muestra del esfuerzo colectivo para posicionar a Capira como un polo cafetalero destacado en Panamá.
El acto culminó con un llamado a fortalecer las cadenas productivas del café, reafirmando el compromiso de las comunidades y las instituciones con un modelo que equilibra el desarrollo económico y la preservación ambiental.


