No hay forma de ignorar el alza de las tasas de interés y el impacto que esto tiene en la economía de las familias, en los planes de las empresas y en el manejo de la deuda pública.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió el miércoles la tasa de interés en un cuarto de punto, como parte de su ya acostumbrado movimiento durante el último año para intentar mantener a raya la inflación.
La lógica detrás de esto es que si se aumenta el costo del dinero, se desincentiva el consumo para que los compradores no gasten tanto y así se le pone freno a la inflación que se experimenta en la economía estadounidense.
En Panamá importamos parte de esa inflación y no se tiene un banco central que imprima dinero, por lo que la política de la Fed tiene un impacto relevante en el costo de los fondos de la banca local.
Los bancos centrales de Reino Unido, Suiza y Noruega subieron sus tasas de interés ayer jueves, siguiendo el ejemplo de la Fed y del Banco Central Europeo.
“Eso es una señal de que el dinero en el mundo se va a encarecer y se seguirá encareciéndose hasta que la inflación doble la esquina”, dijo Carlos Berguido, presidente ejecutivo de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP).
Ahora, y a diferencia de lo que ocurrió durante el año pasado, cualquier alza será a menor ritmo.
En este sentido, el economista Carlos Araúz recordó que los acontecimientos de las últimas semanas en el ámbito bancario, con la caída del Silicon Valley Bank, tuvieron un importante efecto en la postura de la Fed, ya que los datos del desempleos y la inflación apuntaban a una subida más alta que los 0.25 puntos anunciados.
¿Cuál es el efecto real del alza de tasas?
Aumenta el costo de los préstamos. Se vuelve más costoso pedir una hipoteca o un préstamo para adquirir un vehículo. Y ocurre lo mismo con la deuda pública que adquiere el país.
Araúz describe que en Panamá hay muchos efectos inmediatos y de mediano plazo.
“Con certeza, todo el que tenga una hipoteca en el sector no preferencial o en el sector comercial recibirá una o dos o más cartas de ajustes de interés al alza este año, afectando el poder adquisitivo local y por ende afectando la demanda agregada”.
Con un mayor interés a nivel comercial se encarece la vida de todos, porque las empresas transfieren ese ajuste al consumidor, prácticamente como si fuera un impuesto, dijo el economista.
Entonces, “la subida de interés nos afecta a todos, sin excepción, directa o indirectamente”.
En el plano de las finanzas públicas ya se vio el efecto en las tasas de interés de la deuda soberana.
Los 1,800 millones de dólares de deuda emitidos por Panamá esta semana costarán en promedio 6.6%, cuando la tasa de interés hace poco más de un año rondaba el 4.64%, recordó Araúz.
“Eso se traduce en casi 39 millones de dólares más que se usarán para pagar intereses en lugar de construir carreteras o eliminar escuelas ranchos”, dijo Araúz.
Los bancos, por su lado, podrían ser mucho más cautelosos con el crédito, una política que en Panamá tiene mucha relevancia porque no se imprime papel moneda y el crédito es la herramienta idónea para crear liquidez.
“Las subidas de tasas han creado pérdidas no realizadas en las posiciones de tesorería de los bancos y por ende la cautela con el crédito reinará lo que resta del año”, explicó Araúz.
Este 2023 comenzó en Panamá con el trago amargo del alza de las tasas para los clientes, un año después de que comenzaran los aumentos en Estados Unidos.
Desde mediados de enero los clientes de varios bancos recibieron en sus correos electrónicos el anuncio de que las entidades subirían las tasas de interés de sus hipotecas, tarjetas de crédito y préstamos personales.
Esto indicaría que lo que hace la Fed en este 2023 podría tener efectos más allá de este año.
Un punto que la banca observa como positivo para Panamá es la competitividad del mercado, con más de 42 bancos que participan en un país de 4 millones de personas.
Pero la realidad es que cuando se eleva el costo de fondeo de los bancos es inevitable que se eleve el costo del dinero para el consumo y no solo en la banca, sino también en las financieras, casas de empeño y otros prestamistas.


