Panamá será el país centroamericano con mayor crecimiento económico al finalizar el año. El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró la perspectiva de crecimiento de la economía local, de un 5% a un 6%, de acuerdo con el informe Perspectivas Económicas: Las Américas de octubre de 2023.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha comparado las estimaciones del FMI con la perspectiva del ministro Héctor Alexander, quien calcula que el PIB registre un crecimiento entre un 5% y 6% en 2023, empujado por los sectores de la comercio, construcción, turismo, banca, seguros, transporte y electricidad.
¿Cómo se refleja la mejora económica en el sector empleo, golpeado por la desocupación, la informalidad y la estatización tras el alza sistemática en el número de funcionarios?
Los números oficiales no se conocen y el país está a la espera de dos informes: el del Mercado Laboral y el de Informalidad, programados en el calendario de difusión del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo para el 30 y 31 de este mes, respectivamente.
El país pasó de generar 3,079 nuevos informales por mes en 2019 a más de 10 mil el año pasado.
Pero como bien ha anotado la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el mero crecimiento económico no garantiza una mayor cantidad y una mejora en la calidad de empleos, especialmente para los sectores más desfavorecidos.
“El impacto del crecimiento económico en la creación de empleo productivo no solo depende de la tasa de crecimiento, sino también de la eficiencia con la cual el crecimiento se traduce en empleos productivos”, indica la OIT en su amplia lista de investigaciones y análisis sobre este tema.
En el caso de Panamá, el Banco Mundial emitió una advertencia desde el año 2012, señalando que la finalización de los trabajos de expansión del Canal eliminaría un estímulo crucial para la economía, lo que a su vez crearía presiones para una reasignación rápida de la fuerza laboral a lo largo de una década.
Pasados los años, esa reconversión no sucedió, como bien apunta el consultor empresarial René Quevedo, lo que unido a la pandemia por la covid-19 dejó severamente golpeados a empresas y trabajadores, pronunciando el desempleo y la informalidad.
“Luego de la peor catástrofe económica y laboral de la historia (2020), la economía y empleo en Panamá se siguen recuperando, aunque a velocidades diferentes, especialmente en lo relativo a la generación de empleo formal. La mejora de la perspectiva de crecimiento económico para el 2023 versus 2022, de 5% a 6%, por parte del FMI, es una buena noticia”, precisó Quevedo.
No obstante, no se puede ignorar la realidad. Entre enero y julio de 2023, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) tramitó un promedio de 23,153 nuevos contratos laborales mensuales, en contraste con los 33,751 que procesó la entidad para el mismo período del 2019.
Fueron 162,070 contratos entre enero y julio 2023, en comparación de los 236,260 en el mismo periodo del 2019. Una baja de 31.41%. que dejó, entre otras cosas, la pandemia y el encierro impuesto por el Estado.
En otras palabras, hoy generamos un tercio menos empleos formales y más del triple de los informales que antes de la pandemia, dijo Quevedo.
“En gran medida, este fenómeno se debe al deterioro de la confianza en el clima para la inversión privada en los sectores que generan la mayoría de los empleos privados del país, relacionados con el sector interno de la economía. Los aumentos en la actividad económica, la demanda y el consumo, que no vienen acompañados por incrementos proporcionales en la inversión privada, generan principalmente empleo informal”, puntualizó.
Los contratos registrados en el país no deben interpretarse exclusivamente como nuevas oportunidades laborales, ya que pueden abarcar tanto nuevos acuerdos laborales como vacantes que surgen a raíz de destituciones o renuncias. No obstante, estos registros han adquirido un valor importante como indicadores que miden la dinámica y la vitalidad que está experimentando el mercado laboral.
En este tema, vale la pena anotar que la mayoría de los nuevos contratos registrados continúan con la tendencia de la temporalidad.
De los 78,136 contratos inscritos en las oficinas centrales de Mitradel, unos 38,261 son por tiempo definido, otros 13,455 por obra terminada. Entre ambas categorías temporales suman 51,716 contratos cuando hay solo 26,420 contratos indefinidos.
El gobierno de Laurentino Cortizo ha revelado una reducción de un punto porcentual en la tasa de desempleo, que supuestamente pasó de 9.9% en abril 2022 a 8.9% a julio 2023. Aunque el dato fue recientemente revelado, no se ha publicado la estadística de la población ocupada ni la del empleo informal, las cuales se deben conocer a finales de este mes.
Domingo Latorraca, consultor de planificación y exviceministro de Economía, recuerda que cada vez que se ha registrado una mejoría en el producto interno bruto (PIB) también crece el empleo.
Sin embargo, durante los últimos años se ha incrementado la generación de empleos informales, ante el aumento en el uso de la tecnología en los sectores de servicios, que requiere mano de obra capacitada, falta de experiencia y educación, la baja productividad de las personas y la pandemia.
“La covid-19 destruyó 14 millones de trabajos en América Latina”, recordó Latorraca.
Ante esta tendencia y el deterioro del empleo formal, el país debe enfocarse en maximizar el empleo. Hay algunos tradicionales con buena perspectiva, por ejemplo, la construcción, que pasó por momentos difíciles y hoy en día ya las principales obras de infraestructura están andando y eso seguirán andando por un par de años más”, mencionó.
“Sería una buena oportunidad para redoblar esfuerzos y orientar a nuestros industriales hacia la exportación y orientar a nuestro sector agropecuario para terminar de abastecer el sector interno y elevar los los niveles de calidad en la producción”.
Por otro lado, habría que tener presente el aumento desmedido de la planilla estatal, que absorbe gran parte de ese empleo formal que no se genera en el sector privado. De enero a mayo de 2023, se registró el pago de $2,030 millones en salarios a los funcionarios, lo que representa un alza de $38 millones respecto a los primeros cinco meses de 2022.
