El puerto de Buenaventura, ubicado en el lado Pacífico y por donde transita el 40% del comercio exterior de Colombia, atraviesa una de sus peores crisis logísticas en los últimos años, según publica la revista Semana.
La congestión operativa, el represamiento de contenedores y el deterioro de la seguridad están generando sobrecostos millonarios y serios inconvenientes para el sector logístico y exportador de Colombia.
De acuerdo con la publicación, la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac) hizo un llamado urgente al Gobierno de Colombia, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), las navieras y las autoridades locales para atender una situación que ha desbordado la capacidad de respuesta del sistema.
Según Fitac, el colapso en las terminales ha provocado demoras en los trámites de retiro de mercancías, rechazo de placas provisionales y vencimiento de documentos clave como la Declaración de Tránsito Aduanero (DTA) y la Operación de Transporte Multimodal (OTM). Esto ha obligado a nacionalizar cargas originalmente destinadas a zonas francas, con la consiguiente pérdida de competitividad por mayores impuestos y costos logísticos.
El gremio pidió, entre otras medidas, suspender temporalmente los plazos de vencimiento de estos documentos, crear planes de contingencia para descongestionar patios de contenedores vacíos y fortalecer los canales de atención para agilizar autorizaciones pendientes.
A la crisis operativa se suma un alarmante deterioro de la seguridad en el puerto y sus accesos. Transportistas han denunciado amenazas y bloqueos en las vías, lo que agrava aún más el movimiento de carga en una zona clave para la economía colombiana.
Fitac subrayó la urgencia de articular esfuerzos entre el Gobierno, las navieras, gremios del sector y demás actores de la cadena logística para implementar soluciones estructurales que permitan superar el colapso actual y fortalecer la competitividad portuaria del país.

