La producción de plátano curaré enano ha despertado el interés de los agricultores en la provincia de Herrera.
La planta no supera los dos metros de alto, requiere de una baja dosis de agua para su producción. Se cosecha después de nueve meses de su siembra y rinde entre 35 y 40 plátanos por racimo. Cada unidad tiene un largo aproximado de nueve pulgadas por seis centímetros de ancho.
Estas ventajas son parte de la fascinación de los productos que le apuestan al cultivo en el que ven una oportunidad de negocios, tras enfrentar todos los años extensas temporadas secas y la pérdida de sus plantaciones por falta de agua.
En una pequeña parcela de 2 mil metros cuadrados, ubicada en El Mangal, en Parita, Herrera, el productor Manuel López desarrolla una siembra experimental de curaré enano. Las semillas se importaron del laboratorio in vitro de Chipingo-México.
En su finca se cultivan 502 plantas de plátanos de curaré enano y se programa que la cosecha se inicie el próximo 9 de junio, manifestó Rafael Samaniego, extensionista del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).
Las buenas prácticas agrícolas son determinantes en los buenos rendimientos de esta variedad de plátano, indicó el funcionario.
Con la parcela demostrativa se pretende capacitar a más productores de la región para que conozcan las bondades de la variedad.
“Una vez trasplantada, se debe fertilizar y a las 20 semanas se recomienda cortar las hojas secas para evitar el contagio de plagas y enfermedades”, informó el extensionista del Mida.
En la parcela de prueba se prevé cosechar 17 mil unidades de plátano y también se seleccionarán los meristemos para continuar con la reproducción. Una planta de curaré puede dar frutos hasta los cinco años, pero se recomienda hacer la renovación a los tres años.
En campo, el precio de un plátano se fija en 15 centésimos, mientras que en el comercio local se vende a cuatro unidades por un dólar o a 25 centésimos por unidad.
