Panamá enfrenta el desafío de recuperar el ritmo de crecimiento económico y de las inversiones extranjeras directas, en medio de un panorama social con mayor desigualdad y pobreza en una proporción de la población y con el reto de mejorar la calidad de la educación.
Parte de esos temas y preocupaciones se debatieron este jueves 13 de junio en el desayuno anual por la Libre Empresa y Foro Económico 2024 de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede).
Antonella Marty, CEO de Sociedad Atlas, sostuvo que es vital que se mejore la educación y que las empresas también se inclinen por un mayor trabajo social que permee a las necesidades de la población.
“Los principales desafíos que vemos en Panamá y en varios países es enfocarse hacia la responsabilidad social empresarial, en tener en cuenta cuáles son los debates que hay que dar de cara a un futuro más próspero para el país y la región”, dijo Marty quien expuso el tema: “Libertad: antídoto contra la pobreza” en Apede.

Precisó que hay que hacer un trabajo para mejorar la calidad de la educación y sumar herramientas que permitan que la población también se forme en el conocimiento financiero y se pueda garantizar que las futuras generaciones sean más abiertas desde el punto de vista económico.
La CEO de Sociedad Atlas abogó por la libre empresa, por el Estado de Derecho y por la independencia judicial en Panamá y la región, a la vez de hacer frente a la corrupción.
“Hay modelos con regulaciones innecesarias que generan trabas para la libre empresa y que dan incentivos que aparezca un auge de populismo tanto de izquierda como de derecha por eso insisto en la importancia de la educación ciudadana democrática como una herramienta para poner limite a esos mesías y caudillos que tanto de izquierda como de derecha”, alertó.
Por su parte Merlyn Jiménez, CEO de Marsh Latinoamérica, dijo que Panamá está inmerso en un mundo globalizado que también está expuesto a riesgos económicos, sociales, de catástrofes naturales, por el cambio climático y también de ciberseguridad.
Jiménez expresó que el país debe tomar en cuenta esos escenarios de riesgos globales para gestionar la economía local sin olvidar las necesidades que tiene la población, para mitigar también las amenazas de estallidos sociales y protestas que suelen saltar cuando no se atiende la demanda de la gente.

Además enumeró los principales riesgos y preocupaciones de los empresarios panameños como el aumento de la deuda pública que alcanza los 50 mil millones de dólares, escasez de talento para el mercado laboral, erosión de la cohesión social y el bienestar, desaceleración económica y desigualdad debido a una inequidad en la distribución de los ingresos y de la riqueza.
Precisó además que el país debe buscar atraer más inversión extranjera directa pero sin olvidad atender las necesidades sociales de la población de menos recursos.
Recordó que el flujo de inversión extranjera directa (IED) en la economía panameña cerró el año 2023 con $2,014.6 millones, lo que significó una caída de 30.7%, en comparación con el año 2022, cuando en el año 2018 era cercana a los $5,000 millones.

