La administración del expresidente Laurentino Cortizo le heredó un déficit de 521 millones de dólares en ingresos corrientes al gobierno de José Raúl Mulino, según el reporte de la Dirección General de Ingresos (DGI) correspondiente al mes de junio.
El informe indica que, entre enero y junio, los ingresos corrientes sumaron 3,451 millones de dólares, cuando el presupuesto apuntaba a recaudar 3,973 millones de dólares. Aunque el monto recaudado superó en 119.4 millones de dólares lo alcanzado en igual período del año pasado, representa un reto para la actual administración, ya que el sustento financiero para la vigencia 2024 está basado en las proyecciones presupuestarias.
Al ser consultado sobre el impacto que tendrá este déficit en la gestión del gobierno este año y qué acciones se tomarán para mejorar los ingresos, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Felipe Chapman, respondió: “Estamos trabajando en ello para tomar decisiones muy pronto”.

Para el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Temístocles Rosas, el presupuesto para la vigencia fiscal 2024 estuvo mal planificado, ya que preveía un crecimiento de la economía panameña por encima de las predicciones que organismos internacionales tenían para Panamá.
“Hay que recordar que la previsión de ingresos en este presupuesto marcaba la pauta para los gastos del gobierno anterior hasta el mes de junio, por lo que se podía comprometer y gastar hasta el 50% del presupuesto, aun cuando los ingresos no tuvieran un comportamiento equilibrado”, acotó Rosas.
De acuerdo con la DGI, al cierre del mes de junio, en términos generales, solo los impuestos indirectos y los aportes que recibe el Estado por su participación en empresas mixtas cumplieron con la cifra proyectada para la primera mitad del año. El resto, como la recaudación de impuestos tributarios, cerró con un déficit del 11.3%, ingresos no tributarios del 14.8%, y otros ingresos con un 78% por debajo de lo previsto.
Dos días antes de terminar su período como director de la DGI, Publio De Gracia comentó a los medios de comunicación que 2024 ha sido un año complicado por toda la situación política del país, sumado a la situación que atravesó el Canal de Panamá debido a la sequía provocada por el fenómeno de El Niño, que obligó a reducir el número de tránsitos.
Sobre este punto, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) proyecta alcanzar el presupuesto para 2024, que contempla unos $2,470.8 millones en aportes como excedentes y derechos por tonelada al Estado panameño.
El administrador de la ACP, Ricaurte Vásquez, explicó que una combinación de incrementos de ingresos producto de las subastas de cupos diarios, que en ocasiones alcanzaron los 4 millones de dólares, sumado a una reducción en los gastos operativos, permitirá al Canal cumplir con el presupuesto de pago de excedentes al Estado.
Al desglosar el comportamiento de la recaudación de los impuestos directos, como el pago del impuesto de la renta por parte de empresas y personas naturales, se observa un déficit del 27% y 22%, con 459 millones de dólares y 632 millones de dólares, respectivamente.
De Gracia señaló que la recaudación del impuesto sobre la renta, en especial para las personas jurídicas, se vio afectada por las protestas a finales del año pasado.
Sobre la recaudación de los impuestos indirectos, como el de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios (Itbms), se observa el ingreso de 468.2 millones de dólares, un 17% por encima de lo proyectado para el cierre de los primeros seis meses del año.
Igualmente, aumentó la recaudación del Impuesto Selectivo al Consumo, con 181 millones de dólares, un alza del 10%.
Este impuesto se aplica a ciertos productos como automóviles con un valor superior a los 8 mil dólares, yates, veleros, embarcaciones, joyería, armas de fuego, servicios de televisión por cable y satélite, telefonía móvil, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, y cigarrillos.

Adolfo Campos Barranco, abogado especialista en materia tributaria, indicó que, como los presupuestos son de carácter progresivo, es probable que se supere el presupuesto del año 2023. Sin embargo, para el año 2024 se fijó un presupuesto con una expectativa de ingresos muy alta, lo cual es desafiante en un año electoral afectado por las protestas de octubre y noviembre de 2023.
Campos señala que varios factores pueden haber impactado la recaudación hasta junio. Entre ellos, menciona a los contribuyentes que no han pagado sus impuestos correspondientes a 2023 y aquellos que estimaron ingresos menores para 2024, lo que resultó en un menor Impuesto Sobre la Renta (ISR) reflejado en la primera partida vencida en junio.
Además, indica que es probable que algunos contribuyentes no hayan pagado el impuesto de aviso de operación, mientras que otros reportaron pérdidas en 2023, lo que afectará el ISR que deben pagar en 2024, así como el ISR aplicado sobre los dividendos. Campos considera que esta última razón podría ser la más significativa, pero comenta que la información que publica la DGI en su portal no permite realizar una valoración más profunda.
Retos
El presidente del Conep advierte que, ante la realidad de los ingresos corrientes, corresponde lo ya anunciado por el ministro Chapman: ejecutar un plan de contención del gasto a fin de que se pueda terminar el año fiscal dentro de los límites de déficit que enmarca la Ley de Responsabilidad Social Fiscal.
“La actual administración tiene el compromiso del pago de las cuentas pendientes a contratistas y proveedores del Estado, lo que pone más presión a las finanzas públicas. Una salida al mercado internacional para contratar deuda es viable si esta se usa para atender compromisos financieros, pagos a contratistas y proveedores del Estado y reforzamiento del presupuesto de inversión”, explicó.
Entre los principales retos que enfrenta el gobierno de Mulino está el deterioro del perfil fiscal del país, principal razón por la cual Fitch rebajó en marzo pasado la calificación de Panamá a BB+ desde BBB-, lo que representó la pérdida del grado de inversión.
El perfil fiscal al que hace referencia Fitch está relacionado con la política fiscal, los ingresos y gastos del gobierno, la deuda pública, la recaudación de impuestos, la evasión y la sostenibilidad fiscal.
Por su parte, Moody’s, que todavía mantiene al país con una calificación de grado de inversión, estima que las perspectivas de crédito soberano se verán fuertemente influenciadas por el plan de consolidación fiscal que implemente la administración Mulino, así como por su voluntad y capacidad de hacer frente a la creciente rigidez del gasto y a una base de ingresos limitada.
La calificadora también ve importante mejorar la transparencia de la gestión fiscal mediante actualizaciones anuales, que, en su opinión, respaldarían la credibilidad de la política fiscal.
El economista y asesor financiero Carlos Araúz considera que la situación fiscal en Panamá es preocupante, porque la administración que salió hizo un presupuesto asumiendo que se iban a generar 3 mil millones de dólares más en impuestos que en 2023 y que los gastos de este año estarían en un rango similar a los del año pasado.
“La recaudación en Panamá es endeble, nuestra base impositiva es muy pequeña, más personas tienen que pagar más impuestos, y no solo las personas naturales, sino también las jurídicas, y esa es la razón del desfase que tenemos hoy día. Esto pone una carga en la necesidad de deuda, no hay manera de cerrar la brecha entre lo recaudado y lo presupuestado. Adicionalmente, necesitamos un ajuste del tamaño del Estado, sino vamos a tener que requerir más deuda, y no para inversiones, sino para cumplir con la operación del Estado”, señaló Araúz.
Bajo las condiciones actuales, el economista considera que el Gobierno tendrá la necesidad de revisar la Ley de Responsabilidad Social Fiscal, porque es difícil que este año se cumpla con un déficit del 2% y para el año 2025 del 1.5%.
En este sentido, el ministro Chapman ha comentado que revisar el tope del déficit “es un tema que se tiene que examinar en función del plan quinquenal fiscal, no es que se va a modificar para un año, hay que tener una visión de mediano y largo plazo”.


