La estabilidad política y el sistema monetario dolarizado son algunos de los atributos que ofrece Panamá y que hace que los inversionistas se sientan seguros poniendo sus recursos en el centro bancario internacional.
Esta realidad contrasta con situaciones de incertidumbre política y económica que se viven en otros países de la región, lo que ha animado la llegada de depósitos a la plaza.
Las reflexiones fueron planteadas por el superintendente de Bancos de Panamá, Amauri Castillo, en una conversación con este diario.
Al cierre de febrero de 2022, los depósitos se ubicaron en $98,545.1 millones, cifra que representa un crecimiento de $2,618.3 millones o 2.7% cuando se compara con el mismo mes del año anterior.

La Superintendencia de Bancos señala que la variación responde al incremento en las captaciones tanto internas como externas, teniendo en común que ambas responden de manera relevante al crecimiento de captaciones particulares.
El mayor aumento se registra en depósitos externos, con un incremento de 5% o $1,614 millones para totalizar $33,961 millones. En términos nominales, según la Superintendencia, los mayores incrementos en depósitos provienen de Colombia, Perú y Chile.
Por su parte, los depósitos internos totalizaron $64,584.4 millones, un aumento de 1.6%.
Cuando se analiza el sistema bancario nacional, clasificación que agrupa a bancos con operaciones locales, los depósitos internos representan el 74% del total. Los depósitos a plazo son los de mayor volumen al sumar $24,409.2 millones; seguido por los ahorros, que ascienden a $14,098.6 millones; y los depósitos a la vista, con un monto de $9,443.8 millones.
El regulador señala que el nivel de ahorros de las personas es positivo y que se ha percibido una desaceleración que podría estar relacionada con la reapertura de actividades, la reducción del ahorro precautorio y el reinicio de pago de obligaciones acogidas a programas de alivio financiero.


