Tras la modificación en 2019 de la ley para reasignar los dineros captados por el Fondo Especial de Compensación de Intereses (FECI), a partir del próximo año el 100% de los fondos del FECI se destinará totalmente al sector agropecuario.
Este cambio empezó a regir en 2020 e implicó un recuperación gradual del fondo para dirigirlo a la compensación de intereses otorgados al sector agropecuario. Previamente el FECI se utilizó también para financiar los tramos del interés preferencial para préstamos hipotecarios, algo que no era el espíritu inicial de la Ley.
Según el Gabinete, se aprobó “por unanimidad” la nueva distribución del FECI así: 25% de los fondos para el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA); 25% para el IMA y 50% para el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
El FECI se estableció originalmente a través de la Ley 4 del 17 de mayo de 1994, cuyo objetivo era impulsar el sector agropecuario con préstamos blandos, cuyos intereses serían subsidiados parcialmente por el Estado redirigiéndole a este sector un porcentaje (1%) que cobran los bancos a todos los préstamos personales y comerciales de más de $5,000.
El gobierno de Cortizo busca con la resolución sobre la nueva distribución que los fondos sean transferidos directamente al MIDA.
Solo en 2017 entraron a las arcas del gobierno central más de $134.68 millones en este concepto. Al año siguiente (2018) entraron $143.53 millones; otros $114.90 millones en 2019 y $83.84 millones en 2020, según cifras consolidadas en el balance fiscal de la Contraloría.
Actualmente, el FECI es administrado por la Superintendencia de Bancos de Panamá. El superintendente Amauri Castillo reconoció que en las pasadas administraciones el FECI “se fue desvirtuando”, porque nació con el propósito de general de apoyar los prestamos del sector agro y, cuando vieron dificultades para honrar los tramos del interés preferencial de préstamos hipotecarios, entonces los gobiernos empezaron a utilizar cada vez una proporción mayor del FECI para subsidiarlos.
Luego, en 2019, a pocos meses de llegar al Palacio de las Garzas, Cortizo ya estaba sancionando la Ley 98 del 19 de octubre que retornó en 2020 el 75% del FECI al sector agropecuario, con un aumento del 5% cada año hasta completar el 100% en 2024.
Quizás esta redirección de fondos sea la política más importante a largo plazo que haya ejecutado este gobierno en beneficio del sector agropecuario, especialmente en tiempos en que muchos productores se cuestionan día a día si seguir produciendo con márgenes tan bajos y sin garantías permanentes para colocar sus productos.
Y probablemente también sea la redirección del FECI a su objetivo original el que explique los tumbos que dio esta administración antes de volver a extender los intereses preferenciales para préstamos hipotecarios.
Consultado sobre nueva fuente que financiará los intereses hipotecarios, Castillo indicó que en teoría deberían estar reflejados ahora en el presupuesto general del Estado, ya que le corresponde al Ministerio de Economía y Finanzas garantizar la fuente financiera de los beneficios que se otorgan por ley. Sin embargo, no lo ve visibilizado.
La Asociación Bancaria de Panamá se ha quejado del atraso en el reembolso de los intereses preferenciales para préstamos de hipotecas, deuda que cifraron por encima de los $600 millones hasta julio pasado y que se han acumulado durante esta administración.
En cambio en los albores de esta administración, una de las primeras cosas que hizo esta administración fue pagar $420 millones adeudados a la banca en ese momento, pero lo hizo a través de bonos, por lo que no se conoce el alcance de la deuda que heredará el próximo gobierno en este concepto.
El saldo de los préstamos al sector agropecuario en la banca privada, tanto panameña como extranjera a marzo de 2023 ascendió a $350.45 millones.


