En la víspera de Navidad, los centros comerciales de Panamá se encuentran repletos de compradores. Los estacionamientos se saturan desde temprano, los pasillos se mueven a un ritmo constante y las cajas registradoras no descansan.
En las calles cercanas, el tráfico avanza con dificultad, una señal familiar del período de mayor actividad comercial del año.
Dentro de los malls, compradores recorren las tiendas ancla en busca de decoración de último momento y regalos pendientes. Las jugueterías concentran una parte importante del gasto familiar.
A la lista se suman la cena navideña —que incluso en su versión más austera puede rondar los $100—, los obsequios para toda la familia y, en algunos hogares, la pintura o los arreglos de la vivienda antes de las celebraciones.
La música acompaña el movimiento. Suenan villancicos de tono tropical, como Se acerca la Navidad, intercalados con clásicos como It’s Beginning to Look Like Christmas. El ambiente festivo, repetido año tras año, parece suavizar por unos días la percepción de presión financiera.
Esa escena contrasta con los indicadores económicos que tiene el país, por cierto desactualizados. En 2024, la tasa de desempleo en Panamá subió a 9.5%, desde el 7.4% registrado en agosto de 2023, lo que equivale a más de 200,000 personas sin trabajo, según cifras de la Encuesta de Mercado Laboral. Estimaciones extraoficiales sitúan la tasa actual por encima del 10%.
Al mismo tiempo, la informalidad laboral se ha expandido. Cerca de 49 de cada 100 personas ocupadas trabajan en empleos informales no agrícolas, una proporción mayor a la registrada años antes. Son trabajos con ingresos inestables, menor protección social y una alta dependencia del día a día.
Aun así, el consumo no se detiene. Los hogares recurren a promociones, pagos a plazos y tarjetas de crédito para sostener el gasto propio de la temporada.
La deuda acumulada por panameños y extranjeros residentes supera los $42 mil millones en bancos, financieras, cooperativas y comercios que venden a crédito. Más de $1,300 millones de ese total corresponden a cuentas consideradas de difícil cobro.
El Gobierno ha dicho que se espera un mejor ciclo económico en 2026, pero recientemente la Cepal redujo su expectativa de crecimiento a 3.7%, y no al 4.8% que se había vaticinado.
La Cepal ha indicado que Panamá ha mostrado resiliencia gracias al dinamismo del sector servicios, el consumo privado y su papel como plataforma logística y financiera regional. No obstante, advierte que el menor crecimiento del empleo y la pérdida de impulso del consumo limitarán la expansión en los próximos años.
Una cita de su más reciente informe destaca que “en Panamá los servicios logísticos y financieros continuaron siendo un soporte esencial del crecimiento, incluso en un contexto de contracción de la inversión”.
Por ahora, las luces, la música y las compras de última hora dominan el paisaje. Al menos durante estas fiestas, el ambiente navideño ofrece una breve tregua frente a las tensiones económicas que, para algunos, volverían a sentirse cuando termine la temporada.

