El 8 de noviembre, Estados Unidos abrirá sus fronteras a viajeros extranjeros vacunados, dijo un funcionario de la Casa Blanca, una medida que ampliará las opciones de viaje para aquellos que han recibido sus vacunas y las restringirá para quienes no se han vacunado.
La medida es el cambio más importante que se ha implementado en la política de viajes de Estados Unidos desde los primeros días de la pandemia de la Covid-19 y reemplaza un sistema que prohibía rotundamente el ingreso de la mayoría de los ciudadanos extranjeros provenientes directamente de ciertas regiones, incluidas Europa, India, Brasil y China.
En cambio, en virtud del nuevo sistema, las personas vacunadas que hayan dado negativo en una prueba realizada dentro de las 72 horas anteriores al viaje podrán volar a Estados Unidos siempre que compartan su información de trazabilidad de contactos.
En general, se prohibirá el ingreso de extranjeros no vacunados, mientras que los estadounidenses que no se hayan vacunado necesitarán una prueba de la Covid-19 negativa.
La medida se anunció originalmente el 20 de septiembre, pero la administración de Joe Biden no indicó de inmediato cuándo entraría en vigor.
Las aerolíneas, que se han visto muy perjudicadas por la crisis del coronavirus, han aplaudido la medida. Los vuelos transatlánticos entre Estados Unidos y Europa, llenos de viajeros prémium, habían sido la parte más rentable del mercado global de aviación.


