El índice de precios al consumo (IPC) de Alemania se situará en el 7.9% en el mes de mayo, lo que supone la cifra más elevada de toda la serie histórica, que se inició en 1991 tras la reunificación del país, según informó ayer lunes Destatis, la oficina alemana de estadística.
El dato publicado es un indicador adelantado, por lo que la cifra definitiva no se conocerá hasta dentro de varios días. La tasa armonizada utilizada por Eurostat para sus cálculos en la zona euro se situó en el 8.7%, también un nuevo máximo histórico.
La inflación en abril en Alemania fue del 7.4%, lo que supone que la escalada de mayo ha sido de cinco décimas. De su lado, la tasa armonizada fue del 7.8%, por lo que en el quinto mes del año el alza de precios se ha acelerado en nueve décimas.
La apreciación producida en mayo se deberá en gran medida al afecto de los bienes, ya que los servicios mantuvieron su escalada en el 2.9%, tres décimas menos que en abril.
En el quinto mes del año, los bienes se encarecerán un 13.6%, mientras que en el mes anterior el alza había sido del 12.2%.
En este sentido, los precios de la energía experimentaron un incremento del 38.3% en mayo, frente al alza del 35.3% del mes anterior, al tiempo que los alimentos se encarecieron un 11.1%, 2.5 puntos porcentuales más que en el cuarto mes de 2022. Para observar un dato similar hay que retroceder hasta un invierno de 1973/1974, antes de la reunificación, cuando los precios del petróleo registraron incrementos similares como consecuencia de la crisis del petróleo de 1973, producida a raíz de la guerra de Yom Kipur.

