La agroindustria necesita $20 mil millones de inversión en 10 años

La agroindustria necesita $20 mil millones de inversión en 10 años
Tradicional junte para el corte de arroz en comunidades rurales. Archivo


Panamá enfrenta enormes rezagos en el sector agrícola. Las agroindustrias y las cadenas de valor están por detrás de cualquier país de Centroamérica, además de Colombia y República Dominicana en lo que respecta a productividad física.

“Tenemosel más profundo retraso en productividad de toda la región”. Así lo alertó Gerardo Escudero, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en el país.

Sus palabras fueron un golpe de realidad para un país que se jacta de estar de número uno en la lista de los rascacielos de Centroamérica, pero que por otro lado no es capaz de garantizar la seguridad alimentaria de su población, al depender grandemente de costosas importaciones, contar con siembras ineficientes y tener un largo camino por recorrer en la adaptación de tecnología en el sector agro.

El arroz, visto como la cadena alimentaria más importante del país, viene perdiendo capacidad productiva, recalcó Escudero frente a autoridades, productores y la academia que participó del Foro Agropecuario, organizado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep).

Panamá está entre el segundo y el tercer país del mundo con mayor consumo per cápita de arroz. Sin embargo, su modelo de crecimiento es insostenible, con rendimientos estancados y una producción primitiva, como la que se registra en la región de Darién.

“Somos el país con la menor productividad por hectárea y además el país con el menor beneficio costo por la inversión de cada dólar en arroz”, dijo el especialista.

La agroindustria necesita $20 mil millones de inversión en 10 años

De allí que la cadena esté cimentada en una estructura de más de $150 millones de subsidios que no fomentan la productividad y la innovación, sino que compensan los altos costos de la ineficiencia.

“A todas luces el sacrificio fiscal no se sostiene más. Debemos ir por la revolución tecnológica, para no impactar negativamente al medio ambiente, como se está haciendo hoy, y para no impactar los ingresos de hombres y mujeres productoras de arroz que se matan todas las mañanas para cultivar este producto”, indicó Escudero.

En medio de esa oscuridad, Escudero habló de una pequeña luz que se asoma en el horizonte, con la aplicación de un proyecto piloto con más de 14 instituciones públicas y 100 productores para que apliquen en sus procesos productivos métricas internacionales para la mitigación de gases de efecto invernadero.

El proyecto tiene como objetivo elevar la productividad, bajar los costos de producción e incrementar los ingresos a los productores. “Y como una ñapa o regalito, se van a vender créditos de carbono para demostrar que hay sostenibilidad en la cadena del arroz en este país, siempre que se hagan las cosas correctamente”.

La agroindustria necesita $20 mil millones de inversión en 10 años

Con el plan piloto, en fincas de Chiriquí, Veraguas y Coclé, se han establecido mecanismos de georreferenciación, usando capacidad satelital que permite identificar cada una de las parcelas de los productores. También se usará blockchain para hacer la trazabilidad de todo lo que hace un productor en cada una de sus fincas. La idea, dijo, es pasar de un modelo salvaje de producción a un esquema empresarial, sostenible y con base en ciencia y tecnología.

También comentó sobre otro proyecto que se desarrolla en tres centros de investigación en agricultura bajo ambiente controlado, con el que Panamá podría convertirse en un centro de transferencia de conocimiento de tecnologías físicas y digitales.

¿Cuánto hay que invertir para hacer un cambio, un salto tecnológico del agro panameño?

Un 40% más de lo que hoy el sector privado está invirtiendo. A juicio de Escudero se requieren 20 mil millones de dólares en los próximos 10 años para dar el salto tecnológico de los cuales el sector público habrá de poner 30 centavos por cada dólar de inversión y el sector privado 70 centavos.

Rubén Castillo, presidente del Conep, hizo énfasis en que la producción de alimentos de un país moderno debe tener políticas públicas que estimulen la industria agroalimentaria con reglas claras. “Las crisis alimentarias siempre han desencadenado crisis sociales que deben evitarse”, remarcó.

La agroindustria necesita $20 mil millones de inversión en 10 años

En este sentido, indicó que urge la promoción de polos de producción para hacer crecer las regiones del interior del país y evitar migraciones internas que solo hacen que crezca la pobreza en los centros urbanos.

También le dio un espaldarazo a los hombres del campo, porque “a pesar de todas las vicisitudes, el productor tiene esperanza y la pandemia confirmó su compromiso. Existen retos que se deben enfrentar con unidad, como el cambio climático y los giros inesperados en las políticas nacionales”, remarcó Castillo.




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