El Metro de Panamá adjudicó al Consorcio Cegygsa-Serpinco, integrado por Consultorías Especializadas G&G S.A. y Serpinco, S.A., el contrato para realizar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del teleférico de San Miguelito.
En el acta de adjudicación se indica que la empresa presentó la oferta más económica, por un valor de 133,970 dólares. Adicionalmente, señala el documento, que el consorcio integrado por una empresa panameña y venezolana cumplió con todos los requisitos técnicos solicitados en el pliego de condiciones.
La licitación tenía como precio de referencia 187,650 dólares, y con su oferta, Cegygsa-Serpinco superó a otros cinco competidores. La segunda oferta más económica fue presentada por Corporación de Desarrollo Ambiental (Codesa), con 151,401 dólares.
Por su parte, WSP Del Istmo propuso 157,700 dólares; Proyecto, Ejecución y Control de Obras ofertó 159,400 dólares; Environmental Consulting & Services Inc. (Ecos Panamá) presentó un precio de 168,500 dólares, y el Consorcio Teleférico OCA Global GTI, conformado por Oca Global Panamá, S.A. y Global Trends Inc., presentó la oferta más alta, con 170,669 dólares.

En el informe entregado por la comisión evaluadora se indica que se verificaron las cartas de experiencia entregadas por la empresa Cegygsa sobre la realización de EIA categoría II para una central eólica en Coclé y dos proyectos en la provincia de Chiriquí.
Una vez la compañía reciba la orden de proceder por parte del Metro de Panamá, tendrá ocho meses para realizar el estudio ambiental del teleférico, que contará con seis estaciones y recorrerá poco más de seis kilómetros entre las estaciones de Balboa y Torrijos Carter.
El Metro ha estimado en 4,000 metros cuadrados la zona que sería impactada con la construcción de las estaciones. Además, el contratista que realice el EIA deberá considerar una franja de 10,000 metros cuadrados debajo del alineamiento del recorrido de las cabinas y 40,000 metros en los puntos donde se construirán las pilas o torres que sostendrán las estaciones.
Aunque inicialmente el pliego contemplaba tres posibles rutas, el Metro de Panamá seleccionó la alternativa con menos estaciones, específicamente seis. En esta ruta, el recorrido iniciaría en el sector de Balboa, para continuar con las estaciones Cincuentenario, Samaria, Mano de Piedra, Valle de Urracá y concluiría en Torrijos Carter.
Prórroga
Además de la licitación para contratar el Estudio de Impacto Ambiental del teleférico de San Miguelito, el Metro de Panamá lleva de forma paralela el proceso de precalificación de las compañías que han mostrado interés en construir el sistema de cabinas colgantes que conectaría las zonas más apartadas del populoso distrito con las líneas 1 y 2.
Durante la reunión de homologación realizada el 13 de enero para aclarar las dudas de las empresas sobre el pliego de condiciones, trece de los interesados solicitaron una prórroga de 60 días para preparar los documentos solicitados.

El Metro había fijado para el 13 de febrero la fecha máxima para que las compañías entregaran sus expresiones de interés para participar en la precalificación. No obstante, representantes de las empresas indicaron que gran parte de la información solicitada en el pliego tiene que ser expedida por sus casas matrices en el extranjero; documentos que, al llegar al país, deben ser apostillados para su validación.
Luego de analizar todas las peticiones realizadas en la reunión de homologación, que incluyeron ajustes en los requisitos técnicos y financieros, el Metro de Panamá concedió una prórroga hasta el 10 de marzo.
Un cambio solicitado por gran parte de los interesados en participar en el proceso estaba vinculado con el porcentaje de participación que debe tener cada integrante de los consorcios que se disputen el contrato. En el pliego, el Metro pide que cada integrante cuente con un 20% de las acciones, lo que, en opinión de los interesados, puede limitar el acceso a financiamiento y aspectos técnicos.
No obstante, el Metro indicó que se mantiene el requisito original, ya que se requiere que todos los integrantes del consorcio tengan una participación activa y significativa en las actividades del proyecto. Es decir, que cada integrante debe contribuir de manera efectiva para garantizar su compromiso con la obra.
Un punto donde el Metro aceptó modificar los términos originales está relacionado con el patrimonio neto que deben acreditar para ser considerados. En el pliego original se estableció que el líder del grupo o consorcio debe contar con un patrimonio neto de 150 millones de dólares, mientras que el resto de los integrantes deben contar con 100 millones de dólares.

Tras la solicitud de las empresas de reducir el monto, al alegar que la cifra superaba la solicitada en otros proyectos de mayor envergadura en Panamá, el Metro estableció que el patrimonio de todo el consorcio debe ser como mínimo de 150 millones de dólares, donde el líder debe aportar 75 millones de dólares.
También se redujo de 30% a 25% el porcentaje que cada integrante del grupo debe aportar en el criterio de financiamiento de proyecto de infraestructura y transporte.
La construcción del teleférico se llevará a cabo mediante una concesión administrativa, lo que implica que la empresa seleccionada será responsable de aportar el financiamiento, realizar los estudios y diseños, suministrar la infraestructura electromecánica, las cabinas monocable y demás equipos esenciales para su operación.
Finalizada la construcción, la empresa también tendrá a su cargo la operación y el mantenimiento del sistema hasta que este sea revertido al Metro de Panamá.
En el pliego de condiciones original se había establecido que las empresas debían presentar proyectos realizados en los últimos 12 años, incluyendo estudios y diseños de cuatro obras relacionadas con teleféricos o medios de transporte similares. Sin embargo, las compañías solicitaron que se extendiera a 20 años. Finalmente, el Metro aceptó aumentar la ventana de tiempo a 15 años.
Estudios preliminares realizados hace ocho años concluyeron que es factible construir un teleférico en San Miguelito. Asimismo, destacaron que uno de los pocos inconvenientes que presentaría el proyecto serían las líneas eléctricas colocadas en el Corredor Norte, las cuales representarían un reto de altura y seguridad.
En América Latina, varios teleféricos urbanos han sido implementados con éxito como solución de transporte masivo en áreas densamente pobladas o con terrenos irregulares. Uno de los ejemplos más destacados es el Metrocable de Medellín, Colombia, que cuenta con seis líneas en funcionamiento. La Línea K, inaugurada en 2004, tiene una longitud de 2 kilómetros y conecta el barrio Santo Domingo con la red de metro principal a través de cuatro estaciones.
Otro ejemplo es el Teleférico Mi Teleférico en La Paz y El Alto, Bolivia, que opera desde 2014. Actualmente es el sistema de teleféricos más extenso del mundo, con más de 33 kilómetros de recorrido distribuidos en 10 líneas y 36 estaciones.
El 20 de agosto de 2024, el Consejo de Gabinete declaró de interés público el proyecto de teleférico en los distritos de Panamá y San Miguelito, estableciendo plazos para la ejecución de la obra.
La administración del Metro espera este 2025 iniciar con la segunda fase del proceso donde participarían las compañías que cuenten con la capacidad financiera y experiencia técnica para construir el sistema de cabinas colgantes que tendrá una capacidad para transportar 3,600 personas por hora en ambos sentidos, con una velocidad de 6 metros por segundo.


