La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) impuso 103 multas en primera instancia por un monto total de $24,975 a diferentes comercios y distribuidores que incumplieron con la Ley 113 de 2019, la cual regula el etiquetado de productos sucedáneos o de imitación.
De acuerdo con esta normativa, todos los productos que no sean originales deben contar con un letrero visible que informe al consumidor si se trata de un producto de imitación, el nombre en español, si es nacional o importado y su país de origen.
El debate por el ‘queso falso’ en Panamá
Estas sanciones, reveladas este lunes 8 de septiembre, se conocen semanas después de que el presidente José Raúl Mulino advirtiera sobre la comercialización en Panamá de quesos falsos o sucedáneos de queso, elaborados sin leche ni derivados lácteos, que imitan al queso auténtico.
Aunque estos productos pueden cumplir con las normas de inocuidad, el mandatario cuestionó que no siempre están claramente identificados, lo que confunde al consumidor y afecta la producción nacional de leche.
A mediados de agosto, Mulino pidió al Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y a los comercios —incluyendo supermercados, pizzerías y restaurantes— garantizar que los consumidores sepan cuándo un producto no está hecho con leche real.
¿Qué contienen los quesos de imitación?
Estos quesos suelen ser más baratos que el queso auténtico, pero su valor nutricional es menor. Entre sus ingredientes están:
Grasas y proteínas vegetales
Agua
Colorantes y saborizantes
Aditivos para simular textura y sabor
Aunque representan una alternativa económica para comercios y consumidores, no son considerados productos lácteos auténticos.
Mayor claridad en el etiquetado
La exigencia de Mulino respecto al etiquetado se suma a disposiciones previas de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa), que también había alertado sobre la necesidad de diferenciar los sucedáneos de los quesos auténticos en los puntos de venta.
Al mismo tiempo, una veintena de agrupaciones del sector productivo del país firmó el pasado 25 de agosto un compromiso con el gobierno central para la actualización de la normativa sobre alimentos ‘sensitivos’, como los lácteos, granos y cárnicos.
El acuerdo establece un plazo de 6 meses para la actualización de la normativa referente a los alimentos descritos, que incluye compromisos para la no venta de imitaciones de estos productos.


