Los salarios en el mundo han estado afectados por la pandemia, la inflación y una menor actividad económica que impactó el flujo de caja y la operatividad de las empresas privadas y las arcas de los Estados que emplean a una gran cantidad de personas.
El Informe Mundial de Salarios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que se han incrementado los niveles de pobreza, desigualdad y malestar social entre 2020 y 2021, a lo que se suma este año el efecto de la inflación y la desaceleración de la economía por la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha terminado de socavar la pérdida del poder de adquisitivo de los trabajadores de menores ingresos, en la mayoría de los países.
La OIT detalla que los salarios en lugar de incrementarse se han reducido. En promedio, en América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1.4% en 2021 y 1.7% en el primer semestre de 2022.
En América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y bajó a menos 3.2% en el primer semestre de 2022. En la Unión Europea, donde los programas de preservación del empleo y las subvenciones salariales protegieron en gran medida el empleo durante la pandemia, el crecimiento del salario real fue de apenas 1.3% en 2021 y descendió a menos 2.4% en el primer semestre de 2022.
El organismo laboral refiere que los trabajadores asalariados en el mundo perdieron un promedio de cuatro semanas de salario en 2020 durante la pandemia y otras dos semanas durante 2021.
El número de semanas de salario perdidas fue más grande en los países de bajos y medios ingresos económicos, siendo más severo el impacto entre las mujeres, los trabajadores informales y los jóvenes.
”Las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor”, alertó el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
El informe detalla que la desigualdad salarial aumentó en 10 de los 22 países analizados por la OIT, siendo un problema mayor en Colombia, Panamá, Paraguay y Tailanda, principalmente entre 2019 y 2021, mientras que en Perú esa desigualdad disminuyó.
Entre 2019 y 2022 (primer semestre) el índice del Gini que mide la concentración de los ingresos de los habitantes, refleja en el caso de Panamá un incremento de la desigualdad económica de la población, al pasar de 36.8 en 2019 a 40.4 en 2022.
En promedio, en Panamá los salarios se redujeron 18% en 2020 mientras que la inflación aumentó 1.3%. Pero entre 2020 y 2021 se acentúo esa pérdida del salario real, que se redujo 26.2%.
Las presiones inflacionarias en 2022 pueden terminar de erosionar el ingreso de los trabajadores que han tenido que vivir este año una aceleración en los precios de 3.1% entre enero y octubre. En Colombia el impacto fue mayor, con una reducción de los salarios en dos años de 27.5%; en Ecuador 26.3%; y en Costa Rica 23.3%, por citar algunos de la región.
La OIT explica que la reducción de los salarios estuvo relacionada con una menor carga horaria en muchas empresas que trabajaron en jornadas reducidas por la pandemia, pero también se vio afectada por un menor número de trabajadores.
Entre agosto de 2019 y septiembre de 2020 la población ocupada en Panamá disminuyó en 288 mil 951 plazas de trabajo llevando la pasa de desempleo de 7.1% a 18.5%. En ese momento la plantilla estatal aumentó y el empleo asalariado privado se redujo en 363 mil 920 trabajadores. Si se considera que más de 284 mil trabajadores fueron suspendidos, se puede afirmar que en el primer año de pandemia (2020) 3 de cada 4 empleos formales de la empresa privada desaparecieron o fueron suspendidos.
Para finalizar 2021 la tasa de desempleo se reducía y cerraba en 11.3%. Para esa fecha se mantenían sin empleo 222,080 personas. A abril 2022, la tasa de desempleo se ubicó en 9.9% equivalente a 202,076 personas desocupadas.
”La desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán sino se mantiene el poder adquisitivo de los peores pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos”. sostuvo el director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo.

Recuperación del empleo a medias
Para este último trimestre del año las empresas panameñas tenían la expectativa de contratar personal para atender puntualmente el incremento de la demanda en las ventas y el consumo por la temporada.
Según la encuesta de Manpower Group, 49% de los empleadores panameños tenía previsto incrementar su plantilla laboral este último trimestre, en comparación con el 18% que esperaba una reducción. Los mayores aumentos de contratación estaban en sectores como banca, finanzas y bienes raíces con una expectativa de elevar la contratación de personal en 73% de las empresas encuestadas por ManpowerGroup, en el caso de la construcción era de 45% y en el sector comercio 41% de los empresarios indicaron que aumentarían la plantilla laboral.
Otro estudio, el de PwC Panamá, indicaba que este año se produjeron algunos aumentos de salario en un promedio de 3.6% entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, principalmente en niveles gerenciales de sectores industrial, financiero y de servicios, los mismos que tenían las mayores expectativas de contratación de personal.
En contraste, la encuesta CEO Outlook de KPMG realizada con 1,325 líderes a nivel Global, señala en el caso de los gerentes de Centroamérica, incluyendo Panamá, el 51% de las empresas había congelado la contratación de personal, ante el panorama económico un tanto incierto para finales de 2022 y principio de 2023.
El 76% de los líderes globales (29% en Centroamérica), dijeron que esperaban una recesión y se preparaban con una gestión de riesgo empresarial que en muchos casos se traduce en frenar la contratación de personal, o incluso reducir el número de trabajadores. En detalle, 47% de los gerentes en Centroamérica manifestaron que consideran reducir la plantilla en los próximos seis meses.
Los reportes actuales indican inequidad salarial y algunas proyecciones de reducción de plazas, lo que dibuja un 2023 complejo en el entorno del empleo formal desde el sector privado.


