La Organización Marítima Internacional (OMI) inauguró esta semana la segunda reunión extraordinaria del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC ES.2), una cita clave que busca definir las normas obligatorias que regirán el camino hacia la neutralidad de carbono del transporte marítimo mundial.
El Secretario General de la OMI, Arsenio Domínguez, destacó que esta semana será crucial para consolidar el Marco de Cero Emisiones Netas (NZF), aprobado previamente como parte de la Estrategia sobre Gases de Efecto Invernadero (GEI) de 2023.
“El Marco Neto Cero de la OMI no es perfecto. Sin embargo, proporciona una base equilibrada para seguir trabajando antes de su entrada en vigor en 2027”, afirmó Domínguez al abrir la sesión en la sede de la OMI en Londres el 14 de octubre.

Durante cuatro días —hasta el 17 de octubre— los delegados de los Estados miembros discutirán en detalle las enmiendas al Anexo VI del Convenio MARPOL, el principal instrumento jurídico que regula la contaminación procedente de los buques. El objetivo es convertir las metas climáticas de la OMI en normas vinculantes, aplicables a todos los países y flotas.
“La transición energética y digital del transporte marítimo ya ha comenzado”, enfatizó Domínguez. “La ausencia de regulaciones globales aumentará los costes de esta transición a largo plazo y fomentará una proliferación de medidas regionales ineficaces”.
Según la OMI, el transporte marítimo internacional representa cerca del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, aunque su contribución directa equivale a solo el 0,00012% del CO₂ total en la atmósfera. Pese a esa baja proporción, la descarbonización del sector se considera estratégica debido a su impacto económico global, valorado en 14 millones de millones de dólares.
Domínguez subrayó que el nuevo marco no excluye ninguna tecnología ni tipo de combustible y busca incentivar la inversión y la innovación en combustibles alternativos y eficiencia energética.
“Ningún combustible o tecnología ha sido excluido como opción de cumplimiento”, precisó. “Una incertidumbre prolongada desalentará las inversiones y disminuirá la confianza en la OMI, su Organización”.

El Secretario General también hizo un llamado al respeto y la cooperación diplomática entre los Estados miembros durante las negociaciones:
“Aquí somos diplomáticos y respetuosos unos con otros, escuchamos la opinión de todos, damos pasos adelante y siempre buscamos mejorar en este sector en constante evolución”.
La OMI espera que las decisiones adoptadas esta semana marquen un antes y un después en la regulación climática marítima, consolidando su papel como organismo rector de la transición energética del transporte marítimo global.

¿Qué se ha propuesto en la OMI?
El Marco de Cero Emisiones Netas (Net-Zero Framework) busca transformar las metas de reducción de la Estrategia de GEI de 2023 en reglas obligatorias bajo el Convenio Marpol, que entrarían en vigor a partir de 2027 en caso de que los países las adopten.
La meta es que el transporte marítimo mundial alcance emisiones netas cero hacia mediados de siglo, reduciendo de forma progresiva la intensidad de carbono de los buques.

Principales medidas
1. Cobro por emisiones
Las embarcaciones deberán pagar por el exceso de emisiones que generen, a través de un sistema de “unidades correctivas” similar a un impuesto al carbono:
Si un buque cumple la meta base, pero no la completa, pagará $100 por tonelada de CO₂ equivalente.
Si no cumple ni la meta base, la sanción sube a $380 por tonelada. Los precios se aplicarían entre 2028 y 2030 y podrían ajustarse posteriormente.
2. Metas de reducción
El marco establece dos trayectorias posibles de cumplimiento, con referencia a las emisiones de 2008:
Meta base: reducción del 4% para 2028 y 30% para 2035.
Meta directa: reducción del 17% para 2028 y 43% para 2035.
Los buques de más de 5,000 toneladas de arqueo bruto, responsables del 85% del CO₂ marítimo, estarían sujetos a estas normas.
3. Incentivos y fondo climático
Las embarcaciones que superen los objetivos obtendrán “unidades excedentes”, que podrán transferirse o guardar para años siguientes.El dinero recaudado se destinará al Fondo Cero Emisiones Netas de la OMI, el cual financiará proyectos de descarbonización, innovación tecnológica y apoyo a países en desarrollo.

